La tecnología 'e-Power' se basa en un motor eléctrico, que es el que da tracción al vehículo, que recibe energía de una batería potente asociada a un generador que se nutre de la energía que le proporciona un motor de gasolina de tres o cuatro cilindros. Al contrario de los híbridos, el motor de gasolina no tracciona, solo produce energía para recargar la batería.

Mientras, en el horizonte de la incertidumbre navega la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. En mayo se quedará al 20% de su capacidad productiva, con una inversión pendiente de materializar de 70 millones de euros para la nueva nave de pintura. La salida hace un par de años del Pulsar de la cadena de montaje, de las versiones de motor de combustión de la NV200 y ahora del Mercedes Clase X, deja el músculo de Nissan en España en solo en dos pick-ups (Navara y Renault Alaskan) y una furgoneta eléctrica (e-NV200).

Gianluca de Ficchy ya estuvo en la planta hace un mes para tratar con la representación sindical las medidas para un futuro que sigue pendiente de como acabe el 'Brexit' y de como reconduzca la compañía su estrategia industrial. El punto de inflexión será antes del verano según explicó el propio Ficchy. A partir de ahí todos los escenarios son posibles, incluyendo el del cierre de la planta.

La previsible llegada en el 2022 de un SUV del segmento B totalmente eléctrico al mercado podría ofrecer una solución a medio-largo plazo para Zona Franca. No obstante, apostar por este modelo es algo que todas las plantas mundiales de Nissan harán y Barcelona debe administrar bien sus cartas.

Genís Alonso, responsable de la fábrica de Nissan Motor Ibérica, sabe que se tendrá que partir la cara para mostrar la fortaleza de una planta que puede asumir lo que le echen. Hace pocos años (2014) era una de las joyas de la corona a nivel industrial para la marca. Producían en sus líneas más de 130.000 vehículos (Pahtfinder, Navara, NV200, eNV200, Pulsar, NT400, NT500 y en concepto X83). Su caapcidad, calidad y competitividad están fuera de toda duda, así que un nuevo modelo encajaría sin problemas. En ese sentido el tándem Luca de Meo-José Vicente de los Mozos puede jugar un papel decisivo.