Altos ejecutivos de la compañía automovilística Nissan han acelerado la planificación de una posible separación de Renault, a medida que la huida del expresidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn, de Japón a Líbano continúa repercutiendo sobre la compañía.

Según explicaron fuentes cercanas a la compañía al diario The Financial Times, los planes de Nissan incluyen «juegos de guerra» y una división total en ingeniería y producción, así como cambios en la dirección de la empresa.

Este movimiento para trazar una división de ambas compañías es el último signo de la tensión vivida en la alianza, que fue sostenida durante casi dos décadas por Ghosn. A pesar de los esfuerzos para mejorar las relaciones entre ambos, la asociación con Renault se había vuelto «tóxica», indicaron las mismas fuentes, quienes opinan que ahora el fabricante francés es un «lastre» para su homólogo nipón.

No obstante, una posible división completa probablemente obligaría a ambos fabricantes de automóviles a buscar nuevos socios en la industria.

Por su lado, el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, presentará varios proyectos combinados diseñados para demostrar que la alianza aún puede funcionar. «No podemos sobrevivir si no nos movemos rápidamente ahora para compartir realmente», indicó. Por otra parte, Carlos Ghosn tiene la intención de llevar a Renault ante los tribunales por el pago de su fondo de pensiones, según ha informado el diario francés Le Figaro. «Estoy reclamando mis derechos de pensión y todos los demás derechos que he adquirido», reivindicó Ghosn en una entrevista.

«¿Mi renuncia a Renault? Fue una farsa», aseguró el expresidente de Nissan, quien renunció supuestamente en una carta enviada desde la cárcel en enero del año pasado. Ghosn huyó de Japón rumbo a Líbano en un avión privado a finales del 2019. El expresidente de Renault habría salido escondido en la caja de un instrumento musical.

Su caída ya le ha hecho perder varios millones de euros en pagos. El año pasado, Nissan canceló su fondo de pensiones y una retribución vinculada a las acciones de la compañía, mientras que Renault señaló que Ghosn no se beneficiaría de un acuerdo de no competencia que firmó en 2015 ni de los pagos basados en las acciones de la empresa que estaban condicionados a su permanencia en la compañía.