Las negociaciones entre la dirección de Nissan Motor Ibérica y la representación sindical se rompieron la pasada madrugada después de una larga reunión, en la que a priori todo parecía favorable al acuerdo pero se estancó en el último momento. Sindicatos y empresa contaban con la mediación del Departamento de Trabajo de la Generalitat para intentar alcanzar un acuerdo sobre el ERE de 600 empleados, pero finalmente las negociaciones se dieron por totalmente extinguidas al filo de las tres de la madrugada.

Los sindicatos manifestaron que había sido la empresa la que se levantó de la mesa de negociación, tras no aceptar la petición de los trabajadores de redactar un acuerdo en el que la dirección se comprometiese por escrito a no realizar ningún despido más hasta el 2022 y a aumentar la propuesta de aumento salarial. Desde la compañía el prisma era totalmente distinto y en un comunicado apuntaron todo lo contrario, señalando el «ejercicio de gran irresponsabilidad» del comité de empresa por rechazar la línea de trabajo trazada por ambas partes. «Se estaba avanzando en muchos aspectos y desde la propia mediación han entendido la decisión de la empresa de no seguir por ese camino», manifestaban fuentes cercanas a la negociación.

En su propuesta a los trabajadores, Nissan Motor Ibérica, trazó una oferta para tratar de impedir la presentación de un ERE. Tras varios intentos fallidos, Nissan ofreció compensar las prejubilaciones con el 85% del salario neto hasta la jubilación a los 63 años de edad, además de una prima de adhesión en un pago único equivalente al 5% (para los que se acogieran a las prejubilaciones), un plan de bajas incentivadas voluntarias (hasta 31 marzo de 2020), mejorando las condiciones actuales. La dirección informó a la compañía para que «tome las decisiones oportunas».