Llega julio y con él la paga extra de trabajadores (los que no la tienen prorrateada) y pensionistas. Ello conlleva que para cumplir con los segundos el Gobierno tiene que hacer un esfuerzo económico adicional de 7.500 millones de euros que sacará a modo de préstamo concedido a la Seguridad Social. Con este abonará las pensiones de julio, la paga extraordinaria y la liquidación del IRPF; que elevan la factura a los 19.000 millones de euros, según detalló ayer el Ministerio de Trabajo en un comunicado.

El Gobierno ha optado por el préstamo con cargo a los Presupuestos del Estado para sacar los recursos con los que cumplir sus compromisos y evita así tirar del Fondo de Reserva de las pensiones. Algo que ya hizo en diciembre del 2018, cuando para pagar la ‘extra’ de Navidad a los pensionistas retiró 3.000 millones del fondo. Este verano esquivará el recurrir a esta impopular medida, tal como ya adelantó a principios de junio el director general de la Tesorería de la Seguridad Social, Javier Aibar, que consideró que existía «liquidez suficiente» para no tener que mermar la hucha de las pensiones.

«Gracias a la buena marcha que lleva la recaudación, no va a ser necesario recurrir al Fondo de Reserva de la Seguridad Social», señala el comunicado de Trabajo. Los 7.500 millones para las nóminas de julio salen de un crédito aprobado en el Consejo de Ministros del pasado 1 de marzo, que asciende a 13.830 millones. Con los 6.330 millones de euros restantes, la Seguridad Social se asegurá los recursos suficientes para pagar la extra de Navidad.

EL GASTO SUBE EL 5,1% / El Fondo de Reserva se encuentra actualmente a niveles mínimos. En el 2011, a finales del segundo Gobierno de Zapatero, fue cuando alcanzó su récord de ahorros, con 66.815 millones de euros. A partir de ahí el ejecutivo de Rajoy fue recurriendo a estos recursos para abordar diferentes pagos, hasta dejarlos en unos 8.000 millones de euros.

El préstamo a cargo de los Presupuestos Generales del Estado de 7.500 millones irá destinado a pagar una nómina de pensiones del mes de julio que deberá llegar a 9,7 millones de pensionistas y que tendrá un coste de 9.644 millones de euros. El número de jubilados con prestación contributiva asciende el 1,2% respecto al mismo periodo del año pasado. Un ritmo inferior en comparación al gasto monetario que las arcas públicas deben afrontar, pues la nómina de pensiones aumentará el 5,1% el próximo mes respecto al julio del 2018.

El gasto en pensiones lleva disparado desde agosto del 2018 y acumula 10 meses consecutivos con incrementos internanuales por encima del 3%. El 2019 comenzó el curso con un incremento del gasto de la pensión media en el 5,7%, un porcentaje de crecimiento que ha mantenido hasta (de momento) el mes de julio.

ROZANDO LOS 1.000 EUROS / El sistema abonará a finales de este mes un total de 9.733.234 pensiones contributivas, de las cuales 6.030.746 son de jubilación; 2.360.822 corresponden a prestaciones de viudedad; 958.273 son prestaciones por incapacidad permanente; 340.773 son de orfandad y 42.620, a favor de familiares.

En cuanto a la pensión media del sistema es de 990 euros mensuales, el 5,7% más que hace un año y con un ritmo de crecimiento que hace probable que, de mantenerse, llegue a las cuatro cifras antes del 2020. El aumento del gasto requerido para mantener el sistema público de pensiones se explica, por un lado, debido al progresivo aumento de la población que se retira del mercado laboral. Y, por el otro, la mayor cuantía que hay que abonar de las nuevas altas, pues los nuevos jubilados cobrarán de media 1.296 euros.

En cuanto a género, la prestación media de las mujeres es de 787 euros, el 35% menos que los 1.208 euros de los hombres. En lo que se refiere a autonomías, la pensión media más elevada es la del País Vasco (1.231 euros) y la más baja, la de Extremadura (825 euros).