El primer verano de la covid ha sido un verano no muy malo en cuanto a siniestralidad laboral. El número de víctimas mortales en accidentes de trabajo se ha contenido durante el periodo estival y la tendencia al alza que acumulaba en los últimos meses se ha rebajado. Un total de 471 personas perdieron la vida en su puesto de trabajo o camino de ida o vuelta del mismo entre enero y agosto de este 2020. Dicha cifra es el 7,8% superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior, pero es que hace apenas dos meses el porcentaje de incremento era del 21,2%.

Los datos actualizados este martes por el Ministerio de Trabajo constatan que la agricultura se mantiene como la actividad con mayores índices de siniestralidad mortal y, a su vez, es la que más nuevos accidentes mortales registra. El número de víctimas mortales en este ramo ha aumentado el 106% entre enero y agosto de este año respecto al anterior. La industria, por su parte, también acumula cifras de una siniestralidad al alza, con un incremento del 52,4% de las víctimas mortales; mientras que la construcción baja y acumula el 18,6% menos. Las víctimas en el sector servicios apenas ha variado, con un aumento acumulado del 0,6%.

Mientras el número de víctimas mortales sigue siendo superior este año que el anterior, pese a los mejores datos de agosto, la cifra total de accidentes que causaron baja se encuentra a mínimos históricos. La economía ha bajado una marcha ante el virus y eso se nota en las estadísticas de siniestros. En los primeros meses del confinamiento, el número de accidentes llegó a caer por encima del 50% respecto al año anterior. Esa caída se ha contenido y los datos revelan un mayor grado de reactivación, con sus consecuencias a nivel de salud laboral. Entre enero y agosto se registraron un total de 302.301 accidentes laborales con baja; el 27,5% menos que en el mismo periodo del año pasado.