La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) corrigió este miércoles a la baja sus previsiones sobre los grandes países miembros por la conjunción de factores como el 'brexit' o la ralentización del comercio internacional, al tiempo que reclamó reformas estructurales. En su informe interino de perspectivas, la OCDE redujo las expectativas del crecimiento global del producto interior bruto (PIB) al 2,9%, lo que significa una décima menos de lo que había calculado en junio, y dos menos de lo conseguido en el 2015.

Entre sus países miembros, los principales cambios para el 2016 en estos tres meses en la evolución del PIB son los de Canadá (su aumento se limitará al 1,2%, cinco décimas menos de lo augurado en su informe semestral antes del verano) y Estados Unidos (1,4%, cuatro décimas menos).

En Estados Unidos, ello se explica por la debilidad de la inversión, sobre todo en el sector de la energía (el bajón del petróleo ha paralizado muchos proyectos para yacimientos de esquistos) pero también por un ajuste prolongado de las existencias de las empresas.

La zona euro en su conjunto tendrá en el 2016 un alza del PIB del 1,5%, una décima menos de lo calculado en junio, con movimientos dispares de sus tres grandes miembros: Alemania el 1,8%, dos décimas más; Francia el 1,3%, una décima menos; Italia el 0,8%, dos décimas menos.

Para la OCDE, la demanda doméstica en la eurozona dio muestras de debilidad en el segundo trimestre y aunque el crédito se ha recuperado, los préstamos dudosos siguen pesando en algunos países, el mercado laboral tarda en despegar y hay pocos signos de que la inflación y los salarios vayan a salir de su estancamiento.

En lo que respecta al Reino Unido, los autores del informe elevaron ligeramente sus expectativas para el 2016 (una décima, al 1,8%), lo que podría aparecer como una sorpresa teniendo en cuenta el voto del referéndum por el 'brexit' del 23 de junio. La razón que dan es que hubo un repunte de actividad en el segundo trimestre, que el Banco de Inglaterra reaccionó rápidamente para atajar rápidamente la volatilidad de los mercados de las primeras semanas, y que la libra se ha depreciado en torno al 10%.

Pero a más largo plazo, la OCDE anticipa que el PIB británico únicamente progresará un 1% en el 2017, un punto porcentual menos de lo que anticipaba hace tres meses (la corrección más pronunciada de los estados miembros analizados), en un contexto de incertidumbre y de riesgos suplementarios a la baja. También previene de que el 'brexit', que va a pesar poco en la zona euro este ejercicio, tendrá más efectos negativos en el 2017, y ese es uno de los motivos por el que su crecimiento se ralentizará al 1,4 %, tres décimas menos de lo estimado hace tres meses.

Entre los grandes países emergentes, los responsables del estudio mantienen sin cambios sus cifras de crecimiento para este año y el próximo en China (6,5% y 6,2%, respectivamente) y en India (7,4% y 7,5%). Alteran, y de forma significativa, los referentes a Brasil, para el que siguen esperando que se mantenga en recesión, pero de forma menos severa de lo que temían: -3,3% en el 2016 y -0,3% en el 2017.