La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desveló ayer sus propuestas para responder al espinoso asunto de las grandes empresas tecnológicas acostumbradas a escapar del fisco. El organismo internacional plantea que compañías como Google, Apple, Facebook y Amazon -conocidas bajo el acrónimo GAFA- tributen en los países donde ejerzan de manera efectiva su actividad y logren beneficios, y no solo donde tengan físicamente su sede social.

Aunque la reforma de la OCDE es ambiciosa y tendrá que poner de acuerdo a actores tan mal avenidos como el presidente de EEUU, Donald Trump, y el de China, Xi Jinping, su objetivo es sencillo: sustituir un modelo impositivo obsoleto, que data de los años 20 del pasado siglo, incapaz de gravar los beneficios de las compañías digitales en un mundo globalizado. La reforma deberá otorgar nuevos derechos fiscales a los países donde operan los gigantes tecnológicos.

«Los derechos fiscales no pueden ceñirse exclusivamente a la presencia física», indica el documento elaborado por el organismo con sede en París. Ahora mismo, una empresa está obligada a pagar impuestos solo donde tiene una base permanente, lo que impide a los países en los que operan aplicarles una tasa sobre los beneficios comerciales que obtienen por su actividad.

El sistema previsto por la OCDE se aplicaría a las empresas cuyos ingresos procedan de una actividad ejercida a través de internet que genere una determinada cifra de negocios, y tenga una interacción «duradera» con los consumidores del país en cuestión.

Una de las pistas es situar el listón en los 750 millones de euros, pero la cifra tendrá que ser objeto de negociación, igual que el tipo impositivo. El Estado en cuestión no podrá gravar la totalidad de los beneficios sino solo una parte, básicamente para evitar la doble imposición. «Conviene repartir los beneficios de manera justa y simple», sostiene Pascal Saint Amans, responsable de política fiscal de la OCDE.

TENTACIONES / El organismo separa los beneficios por actividades «clásicas» (producción, distribución, investigación y desarrollo) de los generados por las licencias. En todo caso, frena las tentaciones de las GAFA de contabilizar sus beneficios en países con condiciones fiscales favorables. La propuesta es fruto de las aportaciones realizadas por 130 países y será examinada en la reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los miembros del G-20 que se celebrará en Washington los días 17 y 18 de octubre.

El objetivo es aprobar el cambio en enero del próximo año. «Logramos avances tangibles para resolver los problemas fiscales que conlleva la digitalización de la economía a través del consenso», dijo el secretario general de la organización, Ángel Gurría. Amazon consideró las propuestas «un importante paso adelante», al mismo tiempo que subrayó la necesidad de «limitar el riesgo de doble imposición».