La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mantiene la misma preocupación que hace seis meses por la situación política en Cataluña. El organismo advirtió de que, aunque hasta ahora se han contenido las consecuencias económicas, la persistente incertidumbre puede lastrar la confianza y afectar a la demanda interna. En su último informe de perspectivas, presentado ayer, alertó de que el Gobierno en minoría podría tener dificultades para avanzar en su agenda de reformas.

El economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, moderó los eventuales efectos económicos de la moción de censura. «Hemos visto en el pasado que las elecciones no han tenido un impacto muy grande en la economía española y creemos que ahora va a ocurrir lo mismo», indicó. España mantendrá la recuperación pero a un ritmo más moderado que el de los últimos tres años. La OCDE mejoró su previsión, aumentando cinco décimas hasta el 2,8% la estimación de crecimiento del PIB este año y del 2,4% para el 2019. El paro se mantendrá, a pesar de continuar su curva descendente, hasta situarse en el 15,5% y el 13,8% en 2018 y 2019, respectivamente.

España seguirá rebajando el déficit público, que caerá del 3,1% del 2017 al 2,4% en el 2018 -dos décimas menos que en los cálculos de Bruselas- y al 1,5% en el 2019. Para continuar reduciendo una deuda pública que alcanzará el 96% del PIB el próximo año, la OCDE reclama al Gobierno ajustarse a los objetivos que se ha marcado a medio plazo.

El PRECIO DEL CRUDO / El informe critica la marcha atrás de la reforma de las pensiones, que podría amenazar la sostenibilidad financiera a largo plazo. En este sentido, consideran «clave» su entrada en vigor, aplazada por el acuerdo del Gobierno con el PNV para los Presupuestos del 2018. «Los riesgos vienen de factores internos y externos. La persistente incertidumbre en Catalunya puede rebajar la confianza y obstaculizar la demanda doméstica. El incremento del precio del petróleo puede crear tensiones inflacionistas», alerta el informe.