La Organización de Países Desarrollados (OCDE) aconseja al Gobierno español mejorar la eficiencia del sistema tributario” con la adopción de medidas tales como “la abolición de tipos reducidos delIVA de carácter regresivo” y “el aumento de los impuestos especiales”, tal como ya ha recomendado en repetidas ocasiones la Comisión Europea. El organismo también aboga por “reducir las contribuciones empresariales a la Seguridad Social para los trabajadores de salarios bajos con contratos indefinidos”, así como “mejorar la calidad de la enseñanza” a través, sobre todo, de una mejor formación universitaria del profesorado y en el puesto de trabajo.

La OCDE, además, denuncia el aumento de la pobreza en España "debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione sufiientes horas de trabajo remunerado y unos ingresos adecuados".

Estas son algunas de las recomendaciones que figuran en el informe sobre la economía española que el director general de la OCDE,Ángel Gurría, ha presentado este martes el Estudio Económico que el organismo ha realizado sobre la economía española en el que sitúa en el 2,5% su previsión de crecimiento para el 2017, dos décimas por encima respecto al informe emitido por la OCDE en noviembre del 2016. El acto de presentación del informe se ha producido en el Ministerio de Economía, en presencia del ministro Luis de Guindos. “La recuperación de la economía española, en marcha desde el 2013, ha sido una de las más sólidas de la OCDE gracias a la implantación de una amplia batería de reformas estructurales, una política monetaria muy expansiva en la zona euro, una política fiscal más laza y un importante saneamiento del sistema bancario”, diagnostica el informe presentado por Gurría.

La OCDE valora que la economía española “disfruta de una sólida recuperación”, con un crecimiento medio del 2,5% en los tres últimos años que es el mismo que ,según el organismo, volverá a producirse en el 2017, tal como figura en la previsión oficial del Gobierno. Sin embargo, según el organismo internacional “sigue siendo difícil conseguir un aumento del bienestar y del PIB per cápita, sobre todo mediante incrementos de la producitividad, así como generar un crecimiento más inclusivo”.