Christine Lagarde ya tiene el camino despejado para convertirse el próximo 1 de noviembre en la primera presidenta mujer del Banco Central Europeo (BCE) en sustitución de Mario Draghi. Tal y como se esperaba, el pleno del Parlamento Europeo dio vía libre, en votación secreta y por amplia mayoría -394 a favor, 206 en contra y 49 abstenciones-, a su nombramiento, cuyo camino ya quedó abierto a principios de septiembre al salir airosa de su examen ante la comisión de asuntos económicos de la Eurocámara. «Es un paso positivo hacia la igualdad de género en los altos cargos en asuntos económicos y monetarios», celebró el presidente de la Cámara, David Sassoli.

Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta hace poco, no estuvo presente ni en el debate previo celebrado ayer ni en la votación posterior, lo que le valió las críticas de algunos grupos como la izquierda europea, que junto con los euroescépticos y ultraderecha se pronunciaron en contra. «No estamos aquí para evaluar las carencias de la señora Lagarde. Hace dos semanas ya tuvimos una reunión en la que evaluamos sus credenciales y ella pasó el examen», recordó el eurodiputado de Ciudadanos, Luis Garicano.