EEUU generó en septiembre 136.000 empleos, ligeramente por debajo de los 145.000 previstos, pero la tasa de paró arrojó un registro extraordinario al descender inesperadamente del 3,7% al 3,5%, la más baja en 50 años. Además, las cifras de creación de empleo en agosto fueron revisadas al alza con claridad, de 130.000 a 168.000 empleos. Estas estadísticas suponen todo un alivio tras los malos datos de actividad industrial y del sector servicios conocidos esta misma semana. Las estadísticas, además, sirven para calmar el temor sobre la inminencia de una recesión en la mayor economía del mundo.

Una parte de las expectativas del mercado se derivan de otros de los datos laborales conocidos igualmente este viernes, los relativos a los salarios. El salario medio bajó en septiembre en 1 centavo de dólar la hora, hasta los 28,09 dólares, después de registrar una subida de 11 centavos en el mes anterior. En los últimos 12 meses, los salarios se han incrementado un 2,9 %, tres décimas menos que en agosto.

La tasa de participación en la fuerza laboral, es decir, la proporción de estadounidenses que se encuentran empleados o buscando empleo, se mantuvo en el 63,2%. Este ha sido el mes número 108 en el que el empleo crece de manera consecutiva en Estados Unidos, la racha más larga de bonanza en el mercado laboral de que se tiene constancia. En septiembre, los sueldos se congelaron con respecto a agosto, cuando se esperaba un incremento del 0,3%. En tasa interanual, los sueldos reflejan un aumento del 2,9%, inferior al 3,2% esperado.

RITMO DE CONTRATACIÓN

Pese a los datos conocidos este viernes, en general, el ritmo de contratación se ha desacelerado considerablemente desde el 2018, cuando la economía agregó un promedio de 223,000 empleos por mes. El informe de empleos de septiembre llega la misma semana que varios otros informes que muestran la desaceleración de economía de EEUU. La actividad en las fábricas estadounidenses ha disminuido durante dos meses consecutivos, y el sector de servicios --la mayor parte de la actividad--, está creciendo a su ritmo más débil en tres años.

Las empresas expresan su preocupación por los aranceles, la escasez de trabajadores y la dirección de la economía. En ese contexto, los economistas e inversores han interpretado el informe de empleos como una señal neutral. No fue lo suficientemente elevado como para refutar los temores de una economía debilitada, ni lo suficientemente débil como para confirmar con certeza que la Reserva Federal podría tener que reducir las tasas de interés en su reunión de octubre, en una medida para impulsar el crecimiento.