El patrimonio de las grandes fortunas creció cerca del 9% en 2019, pese a la desaceleración económica global, las guerras comerciales internacionales y las tensiones geopolíticas. Las regiones de América del Norte y de Europa, que representan, respectivamente, alrededor del 11% y el 9% del crecimiento, han adelantado a la región de Asia-Pacífico (que representa el 8%) por primera vez desde el 2012. No obstante, el incremento logrado el pasado año se ha visto empañado por los datos del Fondo Monetario Internacional, que prevé un retroceso de un 4,9% de la economía mundial en el 2020.

El informe World Wealth Report 2020 elaborado por Capgemini destaca que América del Norte, con un aumento del 11% tanto del número de grandes fortunas como de su patrimonio (frente a una caída del 1% de la riqueza en el 2018), concentra el 39% del aumento de la población millonaria y el 37% del crecimiento de la riqueza de las grandes fortunas en el 2019. Las cifras europeas superaron las de Asia-Pacífico y Latinoamérica, con un crecimiento del número de grandes fortunas y de su riqueza de casi el 9%. A pesar de una sólida evolución del mercado en diferentes países asiáticos, incluidos Hong Kong, China y Taiwán, la región creció en general un 8% el pasado año, y quedó por detrás de la tasa media mundial del 9% de crecimiento.

En España, se ha experimentado un incremento del 5% en el número de grandes fortunas con respecto a las cifras del 2018. En cifras absolutas, España contó a cierre de pasado año con 235.000 titulares de grandes fortunas, cuando en el 2018 se contabilizaron 224.000. La posición en el ránking mundial no ha variado a pesar de este incremento, se mantiene en el puesto número 14 en comparación con el resto de países incluidos en el informe. Por delante de España, en el número 13 y con 243.000 millonarios se sitúa Corea del Sur mientras que en el número 15 está la Federación Rusa con 215.000 millonarios.

EFECTOS DE LA PANDEMIA

De acuerdo con la información facilitada por la World Federation of Exchanges, el covid-19 hizo desaparecer más de 18 billones de dólares de los mercados mundiales durante los meses de febrero y marzo del 2020, antes de una ligera recuperación observada en abril. Los analistas de Capgemini previeron una caída de entre el 6% y el 8% de la riqueza mundial hasta finales de abril del 2020 (con respecto a diciembre del 2019) y también han cambiado las prioridades en la inversión: en la era pospandemia están ganando relevancia las inversiones sostenibles que siguen criterios medioambientales y sociales.

En este marco de extraordinaria incertidumbre, los gestores y las firmas de gestión de patrimonios se encuentran navegando por aguas desconocidas, ha comentado Anirban Bose, CEO del área de fervicios Financieros de Capgemini. Esta época impredecible puede también brindar a las firmas la oportunidad de replantearse y reinventar su negocio y su modelo operativo, para ser más ágiles y más resilientes. La ciencia analítica y la automatización, así como las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, pueden ayudar a las firmas a aumentar sus ingresos mejorando la experiencia de los clientes y, al mismo tiempo, reduciendo costes mediante la simplificación de los procesos, ha agregado.

Las grandes fortunas tienen planeado destinar el 41% de su cartera a productos de inversión sostenible hasta finales de 2020, y el 46% hasta finales de 2021. Las firmas de gestión de patrimonios reconocen la tendencia y están preparadas para hacer frente a la demanda: un 80% de estas firmas ofrece ya opciones de inversión sostenible. Los fondos centrados en inversiones socialmente responsables han sido un oasis en la actividad de los mercados en el 2020 y, aunque la inversión de las grandes fortunas en productos sostenibles es buena prueba de su impacto social y medioambiental, también está motivada por su valor financiero. La razón principal del interés de las grandes fortunas en invertir en productos sostenibles es que ofrecen rendimientos más altos con riesgos más bajos: el 39% espera obtener una rentabilidad superior de los productos de inversión sostenible y el 33% considera la inversión sostenible una opción sensata y menos especulativa. Resulta interesante comprobar que ya el 26% de las grandes fortunas asegura que les mueve el deseo de devolver directamente a la sociedad lo que esta da.