La segunda reunión de mediación en el Departament de Treball entre los representantes sindicales del personal de tierra de Iberia en el aeropuerto de El Prat y los de la compañía ha finalizado sin acuerdo. La huelga convocada para los días 25 y 26 de julio, así como el 3 y 4 de agosto, continúa en pie, pese a que los representantes de la parte social han transmitido un mayor acercamiento entre las partes.

Si de la primera reunión de mediación las partes salieron afirmando que las posturas estaban "muy alejadas", esta vez el presidente del comité de empresa de Iberia en Barcelona y miembro de la UGT, José Antonio Ramírez, ha afirmado que "el preacuerdo ha estado muy cerca, pero han faltado garantías por parte de la compañía para desconvocar los paros".

El representante de UGT ha insistido en la necesidad de una mejor planificación de la actividad y una mayor contratación de personal por parte de Iberia, para aligerar la carga de trabajo actual de la plantilla del personal de tierra de El Prat. "No se puede crecer tan rápido, estamos desbordados", ha afirmado Ramírez en relación a la expansión de actividad de compañías dependientes de Iberia como Vueling.

El principal punto de bloqueo, según Ramírez, en las negociaciones es que la aerolínea se niega a negociar de forma particular con los trabajadores de Barcelona sus reivindicaciones en materia de formación, empleo y reducción de días de trabajo, y supedita estas cuestiones a la negociación del convenio colectivo en el ámbito estatal.

Treball confía en un acuerdo "en las próximas horas"

"Estamos plenamente convencidos de la posibilidad de llegar a un acuerdo. Lo que les separa es poco relevante en costes para la empresa y no debe ser una barrera para que no haya acuerdo", ha afirmado el secretario de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, Josep Ginesta.

Por ello, confía en que en las "próximas horas" se pueda llegar a un acuerdo entre dirección y trabajadores, y si esto no ocurre la Conselleria prevé hablar con ambas partes a lo largo del fin de semana y en función de las conversaciones volverlos a convocar.