La economía española creció entre junio y septiembre el 0,4 %, lo que supone mantener el ritmo de crecimiento del segundo trimestre, el más bajo de los últimos tres años. El empleo, por su parte sí siguió desacelerándose, pasando de una tasa del 0,5% en el segundo trimestre a apenas el 0,1% en el tercero, muy por debajo del 0,4% que avanzó el PIB.

Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman el freno de la economía española y sitúan su crecimiento en una tasa anual del 2%, en un contexto de desaceleración compartido con el resto de la economía mundial y europea. Alemania está al borde de la recesión técnica tras haber retrocedido su actividad en el segundo trimestre.

«Nadie ve a corto plazo riesgo de crisis y menos en España, que sigue creciendo el doble de la media de la Unión Europea», afirmó la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, en La Sexta. «España es un motor de crecimiento de la zona euro», añadió. El Gobierno sitúa sus previsiones en el 2,1% para este año y el 1,8%, para el próximo.

Al contrario que en trimestres anteriores, el crecimiento la economía española durante el verano estuvo sostenido por el consumo de los hogares (+1%) y la inversión empresarial (+1,3%), mientras que la inversión en vivienda y construcción (-2,6%) se hundió.

Desde el punto de vista de la oferta, la caída de la construcción (la primera en cinco años y medio) contrasta con los avances en agricultura e industria (1,5%) y servicios (0,4%)

En el sector exterior, la exportación cayó en el tercer trimestre (-0,8%) en un contexto de deterioro del comercio mundial. Mientras, las importaciones aceleraron su crecimiento (1,3%) dando respuesta a la mayor demanda de bienes de consumo e inversión que no fue satisfecha con productos nacionales.

De esta forma, la demanda interna (consumo e inversión) aportó 1,2 puntos al crecimiento trimestral, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) restó 0,8 puntos.

EMPLEO Y PRODUCTIVIDAD / «En ausencia de sorpresas negativas en las expectativas de los agentes, que provoquen un aumento del ahorro precaución, el PIB se moverá en los próximos trimestres en la zona del 0,4% trimestral», pronosticó ayer el servicio de estudios de Bankia.

El empleo de la economía, en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró una variación intertrimestral del 0,1% durante el verano. Es la primera vez que el empleo crece por debajo de la economía después de cinco trimestres en sentido contrario.

Los datos trimestrales «muestran que la economía española apenas creó 13.200 puestos de trabajo a tiempo completo en el tercer trimestre del 2019», resuelve BBVA Research. «La atonía de la ocupación fue palpable tanto en el sector privado como en el público (3.300 y 9.900 empleos etc, respectivamente)».

En términos interanuales, el empleo aumenta a un ritmo del 1,8%, tasa siete décimas inferior a la del segundo trimestre, lo que supone un incremento de 332.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. Se trata del menor avance del empleo desde el 2014.

En la otra cara, el menor avance del empleo se traduce una mayor productividad. Así, la variación interanual de la productividad por puesto de trabajo se sitúa en el 0,1% (frente a las tasas negativas de los cinco trimestres anteriores). Y la productividad por hora trabajada sube el 1,1%.

La variación interanual del coste laboral unitario pasa del 2,8% del segundo trimestre al 2,1%, en el tercero, Y la remuneración por asalariado se desacelera, desde el 2,4% al 2,2%. «La economía española crece por encima de la media europea y nuestros fundamentales continúan siendo sólidos: inflación reducida, superávit exterior y menor endeudamiento del sector privado», analizó la patronal CEOE, que apeló a mantener las reformas «abordadas durante los últimos años» e impulsar una nueva ronda para mejorar la competitividad.