No es fácil ni barato llegar a ser piloto de avión comercial en España. Cómo mínimo se han de superar cuatro cursos, más el añadido de la especialización para el modelo de aeronave que se pilotará. Y todo ello, con un elevado coste en comparación con otras formaciones, ya que sumados todos los conceptos puede llegar a costar unos 130.000 euros. Además, los principios siempre son muy duros y solo se asciende o incluso solo se permite pilotar según qué modelos de aviones si se acreditan muchas horas de vuelo previas. Todo ello acaba haciendo más atractivo de lo que parecería de entrada ingresar en las Fuerzas Armadas para convertirse en un piloto militar profesional y, posteriormente, dar el salto a la aviación civil. Un hecho que va en aumento, hasta el punto de que el Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, ha endurecido las condiciones en las que un piloto militar puede pedir una excedencia para aceptar ofertas de compañías privadas.

A principios del 2018, el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general Javier Salto, advirtió en un encuentro con periodistas de que el Ejército empezaba a notar una falta de personal, que se agudizaría en los próximos años. En el caso del Ejército del Aire, cifró el problema de los pilotos: más del 10% de los 500 aviadores militares habían pedido la excedencia en el último año para irse al sector privado, en el que cobran más. Y con la ventaja del posible retorno en caso de problemas.

Desde el pasado 2 de febrero este cambio de actividad es más difícil. Ese día entró en vigor un real decreto del ministerio que varía las medidas para la adquisición y la pérdida de la condición de militar y otras situaciones administrativas del cuerpo. El preámbulo prepara el terreno: «Se ha observado que un número importante de pilotos militares han solicitado la excedencia voluntaria por interés particular para aceptar ofertas en el sector aeronáutico civil antes de cumplir los 12 años de servicios, plazo estimado cómo idóneo, tanto para compensar el gasto ocasionado en la formación aeronáutica como para garantizar la operatividad de las unidades».

En otro punto se destaca que se incrementará «el tiempo de servicios necesarios» para acogerse a una excedencia «tras la realización de los diferentes cursos que confieren la capacitación de piloto de aeronaves, teniendo en cuenta el coste de dicha formación que no se considera compensada con los actuales requisitos». Por todo ello, el decreto incrementa de 10 a 12 años el plazo para solicitar la excedencia. Además, el cómputo del tiempo de servicios no se iniciará con el nombramiento como alumno del centro militar de formación, como sucede en los otros cuerpos, sino «desde el acceso a la escala en la que se encuentren».

También se amplía de 10 a 12 años el tiempo necesario de servicios para poder acceder a la excedencia para pilotar aviones civiles desde el momento en el que se han finalizado los cursos que «confieran por primera vez la capacitación de piloto de aeronaves». Este plazo también rige para la obligación del militar de «resarcir económicamente al Estado» por el coste de su formación, si no cumple el tiempo de servicios, para poder optar a esta situación.