El Banco Popular contabilizó perdidas por importe de 13.560 millones de euros en 2017, según consta en el informe financiero anual de Banco Santander, remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este resultado se ha producido después de que la Junta Única de Resolución (JUR) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) resolvieran la entidad a comienzos de junio ante su falta de liquidez, lo que propició su adquisición por Banco Santander al precio simbólico de un euro.

Las cuentas del primer semestre de Banco Popular ya arrojaban unas pérdidas por encima de los 3.000 millones de euros que hicieron anticipar al Santander en la presentación de resultados semestrales que acabaría el año con números rojos de 12.218 millones de euros. Los datos que se dan a conocer este viernes, aumenta la cifra en algo más de 1.000 millones de euros.

La mayor parte de estas pérdidas se corresponden con las dotaciones inmobiliarias que realizó Santander tras la adquisición de la entidad. En la operación de venta de la mitad del ladrillo de Popular a Blackstone, Santander aplicó un descuento de entorno al 70% sobre el valor en libros de estos inmuebles.