La recaudación del impuesto de sociedades, el que pagan las empresas por sus beneficios, se ha desplomado casi el 50%. Aunque se trata del primer ingreso trimestral (en abril), afectado por la segunda fase de la rebaja del tributo aprobada por el Gobierno del PP, la caída ha pillado por sorpresa al Ministerio de Hacienda, que se ha visto forzado a restarle importancia.

A juicio de la Agencia Tributaria, existen tres motivos que han provocado el descenso de los ingresos en abril hasta los 2.972 millones de euros, frente a los 5.721 millones del mismo mes del año pasado. El primero es la rebaja de los tipos del impuesto. En el 2015, el gravamen general bajó del 30% al 28% y en el 2016, del 28% al 25%.

El segundo motivo es la retirada de las medidas transitorias que se aplicaron hasta el 2015 para paliar el descenso de la recaudación provocada por la crisis. Una disposición aplicada en el 2013 y luego prorrogada en el 2014 y el 2015 obligó a las grandes empresas a hacer pagos fraccionados en todo caso, calculados sobre su resultado contable, no sobre la base sujeta al impuesto. Además se llevaron a cabo otras medidas encaminadas a engordar las arcas públicas. El tercer causante fueron los ingresos extraordinarios obtenidos con la privatización de AENA que en el 2016 ya no se han registrado, según las autoridades tributarias.

Las dos primeras variables redujeron la recaudación en 2.768 millones. "Sin embargo, este impacto tenderá a suavizarse a lo largo del año y, dado que este pago suele ser el menor del ejercicio, la caída de los pagos también lo hará", explica la Agencia Tributaria.

Lo cierto es que los ingresos del de este año son los menores en un mes de abril desde el 2001 y finales de los años 90. Solo en el 2008 se produjo un decenso hasta los 1.702 millones, pero eso se debió a cambios legales en el sistema de pagos a cuenta que trasladó la mayor parte de estos a mayo.

También existe otra variable que contribuye a reducir ingresos. Aunque no están en pérdidas, muchas grandes compañías ganaron menos en el primer trimestre: Repsol (-42,97%), Telefónica (-56,94%), Gas Natural (-18,56%), Endesa (-21,38%), OHL (-49,49%) o el conjunto de la banca (-19%), por poner solo unos ejemplos.

AVISO DE LA AIREF

Aunque quita importancia a la caída, la Agencia Tributaria asegura que "el mes de abril es uno de los de mayor volumen de ingresos, ya que aparte de las declaraciones mensuales, se ingresan las declaraciones trimestrales de las pymes y el primer pago a cuenta del impuesto de sociedades". La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha puesto esta evolución como ejemplo de las "tensiones" que se aprecian en los ingresos públicos en lo que va de ejercicio y ha pedido al ministerio de Cristóbal Montoro que aclare por qué se produce un descenso de ingresos tan pronunciado.

Incluso el Banco de España ha calculado que el déficit público se situará por debajo del umbral del 3% del producto interior bruto (PIB) en el 2018, un año más tarde de lo que exige Bruselas. Al tiempo ha mejorado su previsión para el 2016, al reducirla del 4,4% al 4,1% del PIB, pero aún así por encima del 3,7% exigido por la Comisión Europea.

Carlos García del Cerro, director de Impuestos de KPMGAbogados, considera que "la línea argumental del ministerio es razonable", dada la rebaja del impuesto y la retirada de medidas aplicadas durante la recesión. A su vez recuerda que este ejercicio es el primero "ordinario" tras las medidas extraordinarias para paliar los efectos de la crisis. Los cambios realizados se hicieron para ensanchar la base imponible y eso "tiene que llevar a aumentar la recaudación", afirma.

En todo caso los expertos consideran que este tipo de disposiciones aplicadas para paliar los efectos de la crisis en la recaudación "alteraron la base de los pagos fraccionados de forma artificial". El hecho es que como estos se calcularon con respecto al resultado contable, en muchos casos al liquidarse el impuesto se obtiene devolución, afirman estas fuentes. En resumen: se hacía más caja durante el año a costa de dar una patada hacia el ejercicio siguiente.

Para Bruno Domínguez, socio y responsable de precios de transferencia de la oficina de Baker & McKenzie en Barcelona, "es lógico" que empresas del Ibex, de las más implicadas en las medidas acordadas para paliar los efectos de la crisis y que tenían créditos fiscales por las pérdidas de ejercicios anteriores, ahora ya no se vean afectadas por los pagos fraccionados.

Según los datos de Hacienda, el importe de los pagos fraccionados se redujo en abril en 1.434 millones con respecto a un año atrás. El resultado de todo ello es que en los cuatro primeros meses del año el saldo de ingresos es negativo en 1.077 millones, frente al positivo de 1.610 millones del mismo periodo del 2015 porque las devoluciones han superado a los pagos fraccionados.

Una base imponible que baja el 32,5%

El pago fraccionado de las empresas registró un descenso del 48,7% en su conjunto, con una bajada del 56,5% en las grandes empresas y grupos consolidados. Con los distintos cambios introducidos, la base imponible de los pagos fraccionados disminuyó un 32,5%, hasta los 13.795 millones.

El tipo medio del pago se redujo un 37,6%, por la disminución de tipos propiciada por la reforma (el tipo general de los pagos baja del 20% al 17%) y, sobre todo, por el fin de los tipos incrementados y del pago mínimo (aunque luego tengan derecho a devolución) en las mayores empresas.

En el caso de las pymes, estas tributan de acuerdo a la última cuota íntegra anual presentada (no depende, por tanto, de sus beneficios) y su tipo ha permanecido inalterado tras la reforma del impuesto. De ese modo, los pagos siguieron creciendo a un ritmo significativo (11,1%).