El portavoz del grupo popular en la Comisión del Pacto de Toledo, Gerardo Camps, se mostró ayer dispuesto a «debatir» sobre la revalorización de las pensiones, aunque sin acometer «cambios sustanciales» respecto del modelo actual que plantea una subida mínima del 0,25% en las prestaciones de jubilación. De hecho, antes de entrar en la reunión del Pacto de Toledo -en la que grupos de la oposición pondrán sobre la mesa una subida de las prestaciones en línea con la inflación-, Camps ya expresó que su grupo «no entiende que la solución sea una evolución vinculada únicamente al IPC».

Según la interpretación de otros parlamentarios del Pacto de Toledo, la afirmación de Camps sugiere que el PP estaría dispuesto a aceptar una revalorización levemente superior al 0,25% (sin llegar al 1,6% que se toma como referencia de inflación para el 2018) a modo de gesto político ante las protestas de los pensionistas. En todo caso se da por hecho que cualquier posible anuncio quedaría reservado para la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el pleno monográfico sobre pensiones convocado para el miércoles 14 de marzo. Camps ya avanzó ayer que el PP no se pronunciará sobre ninguna iniciativa antes de tener sobre la mesa todas las simulaciones numéricas sobre el coste presupuestario.