El nuevo Gobierno se ha marcado como objetivo derogar aquellos aspectos «más lesivos» de la reforma laboral del PP del 2012. Y la primera pieza que el Ejecutivo se ha comprometido a desmontar del andamiaje normativo introducido por Mariano Rajoy es el artículo 52-D del Estatuto de los Trabajadores. Este habilita a las empresas a despedir a trabajadores que acumulen bajas médicas justificadas de manera intermitente y durante un periodo de dos meses. Fuentes del Ministerio de Trabajo consultadas afirmaron que la derogación de este mecanismo será aprobada en el Consejo de Ministros del próximo martes y que el Ejecutivo suprimirá este artículo, no «relegislará». El Gobierno no volverá a la normativa previa al 2012, que incorporaba requisitos más restrictivos en el caso de que las empresas despidieran a un trabajador de baja, bajo la fórmula del despido objetivo. Sino que derogará el concepto en si, lo que provocará que la compañía que efectúe un cese de este tipo deba abonar la indemnización correspondiente a un despido improcedente o, dependiendo del caso y de la decisión de un juez, que este sea declarado improcedente.