El Consejo Regulador del Cava hizo su tradicional balance anual ayer y, como cada año, terminó el acto con un brindis. Fue, sin embargo, una celebración algo menos dulce que la de otros años atrás: mientras las exportaciones marcaron un nuevo récord, la DO vio cómo los efectos del procés castigaron las ventas del producto en la primera mitad del año. Ese boicot supuso un descenso de las ventas del espumoso durante algunos meses y, por la consiguiente acumulación de estoc, la producción de cava para España cayó el pasado ejercicio el 12,1%.

«Esta caída se explica por los efectos del boicot del último trimestre del 2017, con una caída de las ventas en Navidad y el consiguiente exceso de estoc obligó a reducir las expediciones (botellas servidas) el año pasado», explicó la DO Cava en una nota. El presidente de la DO, Javier Pagés, fue más comedido, y aunque evitó hablar de boicot, sí que reconoció que durante el último trimestre del 2017 hubo un retroceso del consumo en España (consecuencia del 1-O) que hizo caer las ventas en Navidad; los establecimientos acumularon botellas y, por tanto, el pasado año acabaron sirviéndoles menos producto ya que antes debían dar salida al estoc acumulado.