El sector agrario vivió ayer su tercer día de protestas, con manifestaciones en Jaén y en distintas ciudades de Castilla y León, en una movilización en la que participaron miles de agricultores que piden fundamentalmente rentabilidad para el campo.

La jornada arrancó marcada por los ecos de la del miércoles, cuando los enfrentamientos en Don Benito (Badajoz) entre la policía y los manifestantes, coincidiendo con la inauguración de la feria internacional Agroexpo, se saldaron con 15 heridos leves. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, mostró ayer la disposición del Ejecutivo a buscar mejoras ante las demandas del sector primario y condenó los incidentes del miércoles, que atribuyó a una minoría.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, vinculó esos incidentes a «pequeños grupos violentos», cuyas acciones contrastan con la actitud «pacífica» de las organizaciones agrarias convocantes. Desde la oposición, el presidente del PP, Pablo Casado, se centró en la actuación policial para pedir que «ponderen la respuesta», a la vez que expresó su apoyo al mundo rural.