El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reclamó ayer abandonar «sectarismos» y «prejuicios», ya que «la historia demuestra que no sirven para nada», para poder continuar con las inversiones previstas en los presupuestos y hacer políticas «que funcionen, que beneficien a la gente».

Durante un acto en Pontevedra, Rajoy subrayó la importancia de invertir en infraestructuras, que al igual que los servicios públicos «también afectan a la vida de las personas» y son también un «elemento decisivo» para la economía.

Rajoy incidió, además, en la «gran oportunidad» que tiene España de que la crisis pase a ser historia «si hacemos las cosas bien», en vísperas de que hoy el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, entregue y presente el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para el 2018 en el Congreso.

Son unas cuentas que tratan de apaciguar a los pensionistas con una subida media del 3% para las pensiones más bajas y rebajas del IRPF para las rentas bajas. Para que este proyecto, que cuenta con el aval de Ciudadanos, prospere se requiere también el apoyo del PNV, que lo condiciona a que se levante la intervención de la Generalitat a través del artículo 155 de la Constitución.

Políticas que funcionen / «Se trata de hacer políticas que funcionen, que beneficien a la gente, sin sectarismos ni prejuicios, que la historia demuestra que no sirven para nada», indicó.

Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, insistió en que los socialistas se opondrán a los presupuestos del 2018 presentados por el Gobierno, entre otras cosas porque son «ideológicos» que buscan «consolidar un Estado social mínimo, low cost».

Sánchez pidió además al vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, que «se informe antes de hablar» y que «hable con la vicepresidenta y el presidente del Gobierno».

Así respondió a la petición que hizo este, en una entrevista en Radio Nacional, para que los socialistas le presten cinco votos al azar para aprobar los presupuestos y evitar el «chantaje» del PNV.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que pugna con el PP por la autoría de las rebajas fiscales y subidas a los pensionistas, exigió al PSOE que actúe con «sensatez y sentido de Estado» permitiendo la aprobación de los Presupuestos ante la «delicada» situación en la que se encuentra España y el «chantaje» que a su juicio están haciendo los nacionalistas vascos.

El PNV, por su parte, no ha cambiado su posición y condiciona su apoyo a los Presupuestos a que finalice la aplicación del artículo 155 en Cataluña, aunque para ello hace falta que haya investidura en el parlamento catalán. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, volvió a dejar claro ayer que su partido seguirá siendo «solidario» con Cataluña y no negociará las cuentas del Estado mientras siga vigente el 155.

«Lo dijimos desde el primer momento, en estas circunstancias no es posible; vamos a ver si la situación se normaliza en Cataluña, hay Govern y president, y en esas circunstancias, ya veremos», añadió.