La inercia de crecimiento del conjunto de las economías de la zona euro provocó que el segundo trimestre del 2019 cerrara con un récord de empleo, tanto en los 28 estados miembros como aquellos que usan la moneda euro. La UE registró un máximo histórico de ocupados de 241,8 millones de trabajadores en activo, mientas que las economías de la moneda común hicieron lo propio con 160,2 millones de ocupados, según datos publicados ayer por Eurostat.

Pese al ello, el frenazo generalizado de las economías europeas contagió con sus efectos al mercado laboral, que registró los ritmos de crecimiento interanual más bajos en cuatro años. Las cifras de media fueron parejas al PIB, con incrementos del empleo a nivel intertrimestral del 0,2% (en UE y zona euro) e interanuales del 1,1% en la zona euro y del 1% en la UE. La UE acumula así 23 trimestres de crecimientos interanuales consecutivos y la zona euro, 24.

España se mantuvo en el segundo trimestre como el país de la UE con mayor tasa de paro (14,1%), casi ocho puntos por encima de la media. Los estados que aportaron datos a Eurostat dieron fe de descensos en las tasas de desempleo, a excepción de Suecia, donde el paro creció el 0,1%.