Renault ha fijado para el próximo martes el día en que su consejo de dirección deberá pronunciarse sobre la oferta de fusión presentada el pasado lunes por el grupo automovilístico italo-norteamericano FCA (Fiat Chrysler).

Tras el viaje relámpago (48 horas) del presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, a Tokio para comunicar la propuesta a sus socios de la alianza (Nissan y Mitsubishi), la dirección de la marca del rombo estudiará la propuesta de fusión y tendrá en cuenta el ok poco entusiasta, pero aprobación al fin y al cabo, que sus compañeros de viaje japoneses le señalaron al dirigente francés. Nissan podría ser el principal escollo en la posible fusión ya que no acaba de ver clara una operación valorada en 35.000 millones de euros.

A su regreso de Tokio, Senard señaló: «Creo que perciben plenamente el interés de la operación». El presidente de Renault hizo notar que los directivos de Nissan pudieron ver que una vez que se hicieron públicas las intenciones de FCA de fusionarse con Renault sus acciones se revalorizaron. Además, les trasladó que con el 15 % de títulos de Renault en manos de Nissan, «van a estar en cabeza de un activo con mucho más valor. Y también van a poder aprovecharse muy rápidamente de sinergias suplementarias y de nuevas oportunidades».

En el caso de que el martes se dé el visto bueno a la propuesta de FCA, los dos grupos firmarían un memorando de entendimiento que marcaría el comienzo de la negociación. El Gobierno francés ha puesto cuatro condiciones. En concreto, quiere que se respete la alianza con Nissan, que se garanticen los empleos en Francia y los centros industriales, que se ponga en marcha una gobernanza «equilibrada» y que el conjunto que resulte de la unión se implique en el proyecto europeo de baterías eléctricas que han lanzado París y Berlín.