Renault ha presentado su balance económico relativo al primer semestre del año 2020, período que podría calificarse como 'negro' con unas pérdidas por valor de 7.386 millones de euros, una cifra totalmente opuesta a los 1.048 millones que ganó en el mismo período del año pasado. Este es el panorama que se ha encontrado Luca de Meo, expresidente de Seat, al tomar el cargo de CEO de Renault tras el despido de Thierry Bolloré el año pasado para dar carpetazo al caso 'Ghosn'. El coronavirus ha sido el principal escollo para una compañía que venía de un 2019 complicado por los problemas internos de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi a raíz del escándalo económico protagonizado por el expresidente de las tres compañías, Carlos Ghosn.

Desde la compañía atribuyen estos resultados al impacto negativo de la pandemia, que cifran en 1.800 millones, escudándose en la paralización productiva y comercial del sector automovilístico por todo el mundo. "La situación no tiene precedentes. Todos los equipos directivos y empleados estamos movilizados para corregir esta situación con una estricta disciplina que irá más allá de la reducción de nuestros costes fijos", admite De Meo en el comunicado. Esta reducción de costes será de 600 millones de euros este año, aunque la firma no detalla cómo los reducirá.

Menos ventas y desplome de la contribución de Nissan

Por culpa de la pandemia, Renault vendió 1,26 millones de vehículos durante los primeros seis meses del año, un 34,9% menos respecto a 2019, una cifra peor a la de la caída del mercado mundial, que se redujo un 28,3%. Así, sus ingresos se situaron en los 18.400 millones de euros, un 34,3% menos, y su margen operativo fue de -1.203 millones de euros.

Además del coronavirus, las cuentas de Renault se vieron penalizadas por la contribución de sus empresas asociadas, que fue de -4.892 millones de euros (-35 millones en 2019) principalmente por culpa de la caída de 4.796 millones de euros en la contribución de Nissan. El resultado financiero, que queda en -214 millones (-184 millones en 2019), se ha visto perjudicado por la ausencia de dividendos de Daimler (Mercedes-Benz), que aportó 54 millones el año pasado. El flujo de caja operacional se queda en -6.375 millones de euros.

A 30 de junio de 2020, el stock total de la compañía es de 547.000 vehículos, 83.000 menos que a finales de junio de 2019. La división de automóviles terminó el semestre con unas reservas de liquidez de 16.800 millones de euros, escalando desde los 10.300 millones de marzo, gracias sobre todo al crédito de 5.000 millones de euros con la garantía del Estado francés.

Renault considera inapropiado lanzar unas estimaciones para la totalidad del año 2020 en un contexto cambiante marcado por la evolución de la pandemia. "No es posible porporcionar unas previsiones fiables para el ejercicio", concluye la firma en su comunicado, marcándose como único objetivo la citada reducción de costes de 600 millones.