Renfe se lanza a competir en Francia. A las puertas de la liberalización ferroviaria en España, prevista para diciembre de 2020, la operadora da el salto al país vecino. El consejo de administración de la compañía ha aprobado este lunes la entrada de la operadora en la alta velocidad francesa con dos líneas de AVE entre las ciudades de Lyón y Montpellier y de Lyón y Marsella. Para ello, Renfe ya ha solicitado los permisos pertinentes ante las autoridades galas de competencia, seguridad ferroviaria y al gestor de infraestructuras francés (SCNF).

La compañía tiene previsto abrir una oficina en Lyón para iniciar el desembarco galo que arrancará a partir de diciembre del año 2020. El objetivo de Renfe no es otro que alcanzar París, sin embargo, los permisos para llegar hasta las estaciones de la capital francesa son más complejos. Por ello, y ante las dificultades técnicas y los requisitos impuestos por las autoridades galas para la llegada a la capital francesa, la operadora ha preferido iniciar su desembarco en Lyón para, en una segunda fase, entrar en la ciudad de París.

Si el proyecto sale adelante, será la primera vez que Renfe pise Francia por sí sola, con sus propios recursos, aunque hace tiempo que ya lo hace en compañía. Así, Renfe lleva varios años de la mano de SNCF -la renfe francesa-- con el objetivo de conectar ambos países en tren de alta velocidad. Renfe-SNCF en Cooperación, que es como se llama la unión de ambas empresas, comparte varios trayectos entre España y Francia como Barcelona-París, Barcelona-Lyón, Barcelona-Marsella, Madrid-Marsella o Barcelona-Toulouse.

La compañía que preside Isaías Táboas operará los nuevos servicios con trenes S100, fabricados por Alstom, que ya están homologados al territorio francés. No obstante, la compañía ya trabaja en la homologación de trenes de la serie 106, más eficientes y con mayor capacidad. Renfe da asó un nuevo paso en su estrategia de internacionalización.