El golpe al sector del automóvil durante los primeros meses de la pandemia provocada por el coronavirus también se ha cebado en las redes de distribución. Según los datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), la rentabilidad de los concesionarios se situó en el primer trimestre del año en el -0,56%, una cifra que supone el regreso a los números rojos registrados por última vez en el año 2013.

El frenazo de las ventas y de toda actividad con el estado de alarma a mediados de marzo, acabó lastrando a las redes de venta que habían iniciado un descenso por la propia dinámica del mercado en los dos primeros meses del año. Las ventas de vehículos aportaron el 43,5 % de la rentabilidad al concesionario en el primer trimestre, 4,2 puntos menos que un año antes, mientras que por contra, los servicios posventa, elevaron su peso del 51 al 56,5 %, principalmente por la mejora del departamento de recambios.

Talleres y recambios no cerraron, generando el 6,1% y el 11,6% de la facturación, cifras ligeramente superiores al mismo periodo de 2019. El departamento de ventas tuvo que frenar su actividad como consecuencia del estado de alarma, mientras que el de posventa mantuvo servicios mínimos para poder garantizar la asistencia a vehículos esenciales

Por lo que se refiere a la facturación de la red comercial, el 82,3% de los ingresos procedió en el primer trimestre de las ventas de vehículos, en comparación con el 84% del año anterior. Según el presidente de Ganvam, Raúl Palacios, la caída de la rentabilidad se acentuará debido a la inversión hecha por los concesionarios han hecho un "esfuerzo titánico" invirtiendo en herramientas digitales para el teletrabajo o la adaptación y protección de espacios para garantizar la seguridad de trabajadores y clientes.

Para el dirigente, "todo esto se va a reflejar como coste en los siguientes trimestres, pero servirá para aumentar la rentabilidad cuando el mercado se recupere".