La mayor operación de repatriación de británicos tras la Segunda Guerra Mundial, conocida como operación Matterhorn, finalizó ayer con éxito. Desde el 23 de septiembre, la Autoridad de Aviación Civil británica ha devuelto al Reino Unido a cerca de 140.000 viajeros que se quedaron colgados alrededor de todo el mundo tras la quiebra del turoperador Thomas Cook.

El último vuelo llegó a las 08.35 horas a Mánchester desde Orlando con los últimos 392 pasajeros a bordo. En total, según la Autoridad de Aviación Civil británica, se realizaron en las últimas dos semanas 746 vuelos desde 55 aeropuertos diferentes, de los cuales 177 tuvieron su origen en España. Según informó Aena, desde este país se trasladaron a Reino Unido a un total de 33.391 turistas en un proceso «sin incidentes ni reclamaciones».

Una operación que se calcula que podría costar los 100 millones de libras y con la que se pone punto y aparte -quedan muchas empresas y empleados afectados- a la crisis.

Por otra parte, la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA) abrió ayer el formulario de reclamaciones para aquellos turistas que tenían hecha su reserva y se han quedado sin viajar.