Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.466 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un descenso del 32,5% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en el que se incluyó la plusvalía de 344 millones de euros de la venta de su participación del 20% en la antigua Gas Natural Fenosa (Naturgy), informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El beneficio neto ajustado de la petrolera, que mide específicamente el comportamiento de los negocios, fue de 1.637 millones de euros hasta septiembre, un 4,8% inferior.

El grupo presidido por Antoni Brufau generó estos beneficios en un contexto complicado de caída del precio del crudo y del gas y lastrado por esa ausencia de plusvalías respecto al 2018 y la menor valoración de los inventarios de hidrocarburos, que entre ambos tuvieron un impacto más 600 millones de euros en sus cuentas.

A pesar de este entorno complicado, la compañía demostró su solidez con un incremento del flujo de caja operativo del 22%, hasta alcanzar los 4.074 millones de euros.

MODELO DE NEGOCIO INTEGRADO

Comparado con el resto de compañías del sector que ya han presentado sus cuentas a septiembre -Galp (-59%), Equinor (-50%), Eni (-45%) o BP (-53%) con mayores caídas en su beneficio neto-, Repsol es la que mejor ha solventado este complicado entorno respaldado en su modelo de negocio integrado.

El área de exploración y producción alcanzó un resultado de 864 millones de euros, frente a los 1.015 millones de euros de hace un año, lastrado por los menores precios del crudo y del gas, y por las paradas de producción en Libia.

Por su parte, el resultado de refino, química, movilidad, lubricantes, GLP, 'trading', mayorista de gas, y Repsol Electricidad y Gas ascendió a 1.087 millones de euros, en línea con los 1.098 millones que registró entre enero y septiembre del año anterior.