Ryanair vuelve a los beneficios tras ganar 88 millones de euros en su tercer trimestre fiscal, finalizado el 31 de diciembre, después de registrar unas pérdidas de 66 millones en el mismo periodo del año anterior. Unos datos que se deben al aumento de las tarifas y a los ingresos adicionales, como el embarque prioritario y la elección de asiento, y que se conocen pocos días después de que la compañía materializase el cierre de sus bases de Tenerife, Lanzarote y Gran Canaria, según la compañía por la caída del tráfico y el retraso en la entrega de los 737 Max de Boeing.

La aerolínea irlandesa registró un crecimiento del 21% en las ventas hasta los 1.910 millones de euros, debido a que las reservas de Navidad y Año Nuevo fueron "mejores de lo esperado" y a que las tarifas se incrementaron un 9%. Además, el número de pasajeros creció un 6% hasta los 35,9 millones. Cada vez más pasajeros eligen pagar por servicios adicionales como es el caso del embarque prioritario, el asiento o por llevar la maleta en cabina, lo que produjo un incremento de los ingresos adicionales del 28% hasta alcanzar los 720 millones de euros.

En cuanto a costes, la factura de combustible aumentó un 14% hasta los 700 millones de euros, según la compañía, por los precios más altos y el crecimiento del tráfico del 6%. La compañía mantiene sus previsiones de cara al cierre de año en un rango entre los 950 millones y los 1.050 millones de euros, anunciada a principios de enero. Las reservas anticipadas del cuarto trimestre están un 1% por delante de esta época el año pasado con tarifas promedio "ligeramente mejores de lo esperado". La compañía prevé un incremento del tráfico del 8% durante el año, hasta los 154 millones de pasajeros.

NUEVA DEMORA EN LOS 737 MAX DE BOEING

Hace unos días en Madrid, el director de marketing de la aerolínea, Kenny Jacobs, auguraba que los primeros aviones 737 Max de Boeing llegarían a partir del mes de abril. Sin embargo, la entrega se ha vuelto a retrasar, según la compañía hasta septiembre u octubre de 2020, por lo que Ryanair tendrá que hacer frente a la campaña de verano sin nuevos aviones. La compañía esperaba llegar a julio, agosto y septiembre con una decena de aviones nuevos.

La aerolínea confía en que la llegada de los 737 Max, con un 4% más de capacidad de pasajeros y un consumo 16% inferior, "transformará nuestra base de costes y nuestro negocio para la próxima década". Pero, debido a los retrasos en las entregas achaca que estos ahorros en los costes no se producirán "hasta finales del año fiscal 2021".