El aviso del sector financiero español de que acabaría cobrando por los depósitos es más que una realidad, una disputa entre los bancos por ver quién se lleva al cliente al aplicarle comisiones más moderadas. El Banc Sabadell cobra comisiones a un volumen de depósitos que en estos momentos asciende a 3.700 millones de euros, y que durante el 2019 alcanzaron los 2.200 millones, según ha explicado el consejero delegado de la entidad financiera, Jaume Guardiola, durante la presentación de los resultados de la entidad financiera en Madrid.

Guardiola ha señalado que la situación de tipos negativos a las entidades financieras no les ha quedado más remedio que cobrar "por los depósitos ociosos, aquellos que las empresas no destinan a invertir en otros productos financieros o en activos", ha comentado Guardiola. "No hemos fijado un límite" --ha explicado--, "cobramos por el dinero que no mueven las empresas. No lo hacemos con los particulares y es complicado aplicar esa práctica a los minoristas en este momento", ha puntualizado.

El banco cobra entre un 0,30% y un 0,50% por el volumen de los depósitos inmobilizados en cuenta, pero no hay una regla fija. Más bien se trata de una pugna dentro del sector financiero. Las entidades intentan compensar la comisión del 0,40%/0,50% que tienen que pagar el Banco Central Europeo (BCE) por guardar sus depósitos en esa entidad y compiten dentro del mercado local por guardar los fondos de los clientes por una comisión. "Quien cobra menos se lleva al cliente", ha explicado Gurdiola, señalando la batalla comercial que existe dentro del sector. Aunque se trata de una comisión se contabiliza en el margen de intereses de la entidad, que ha alcanzado un volumen de 3.622 millones de euros en el 2019, lo que representó un incremento del 1,4%.

RESULTADOS DE ESTABILIZACIÓN

El Sabadell ha dado a conocer esos números a la vez que ha valorado los resultados del año como de "consolidación", según el presidente de la entidad, Josep Oliu, que, por otra parte, no ha querido dar excesiva importancia a la reacción de la bolsa con respecto a las cifras presentadas el jueves a los analistas. La acción del banco ha caído un 10% en las primeras horas de cotización, lo que los directivos de la entidad atribuyeron al cierre de la venta de las carteras de activos que se produjeron durante el pasado ejercicio. Esas carteras han producido minusvalías o dotación extraordinaria de más de 100 millones de euros, que los analistas no tenían contabilizadas. "Esperamos que en la medida en que se vea que el saneamiento de banco y del TSB son un hecho, los inversores tendrán otra percepción del banco", ha comentado Guardiola.

La entidad sigue con el saneamiento de la filial británica, que en el 2019 aún ha aportado pérdidas de 45 millones de euros, aunque está inmersa en un proceso de ajuste de oficina y plantillas que debe llevarla a la obtención de unos beneficios de 164 millones de euros en el 2022, según el plan estratégico diseñado para el banco.