El consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, afeó ayer a los políticos sus dificultades para alcanzar pactos. El banquero defendió que «tendría que ser más fácil llegar a acuerdos» en campos como los Presupuestos Generales del Estado o la educación «en un país que se tiene que acostumbrar a no tener mayorías absolutas». Así, el directivo mantuvo que el proyecto de cuentas públicas debería estar más «separado del mundo de la política», ya que estas dan «soporte a la vida del país».

El ejecutivo hizo estas consideraciones en la presentación de los resultados del primer trimestre, periodo en el que su banco ganó 259,3 millones de euros, el 32,7% más que un año antes. Los ingresos, sin embargo, cayeron el 5,8% y el resultado incorporando los gastos empeoró el 20,9%.

La fuerte caída de las provisiones para afrontar futuros quebrantos (52,8%), no obstante, permitió la mejora del beneficio final y compensó también las pérdidas de su filial británica, el TSB (43,8 millones, lastrada por los costes de reorganización).

Esta unidad le ha dado un quebradero de cabeza al banco en los últimos días, ya que el traslado a una nueva plataforma tecnológica de los datos de sus más de cinco millones de clientes provocó problemas que obligaron a la entidad a cortar el acceso de sus usuarios a la banca digital durante días. Guardiola explicó que el grupo compensará a los afectados, pero aseguró que el coste no será elevado. El banquero descartó que se esté produciendo una guerra hipotecaria que pudiera llevar a una nueva burbuja.