El consorcio GUPC, del que Sacyr es propietario del 41,6%, tendrá que devolver a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) 240 millones de dólares (206 millones de euros) en la disputa legal sobre la composición del basalto y la fórmula del hormigón en las obras del canal, según ha informado la empresa en un comunicado.

El laudo emitido por la Cámara Internacional de Comercio (ICC, por sus siglas en inglés) ha estipulado que GUPC debe devolver a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) aproximadamente 240 millones de dólares (206 millones de euros) de los 265 millones que el Dispute Arbitration Board (DAB) sí reconoció en su momento, lo que supondría el 8,8% del importe de las reclamaciones interpuestas por GUPC y sus socios.

La compañía ha indicado que "respeta, aunque no comparte", la decisión del tribunal arbitral, contradictoria a la emitida por el DAB. "Sacyr, que en estos momentos está enfocado en la promoción y gestión de activos concesionales, tiene una estable y positiva situación financiera, la cual le permitirá atender el resultado de este laudo sin comprometer su solvencia financiera ni los proyectos en curso", indicó la sociedad.

GASTOS DE LABORATORIO

El laudo de la ICC sobre el basalto y la fórmula del hormigón sí reconoce a GUPC 25 millones de dólares (21,4 millones de euros) aproximadamente en concepto de gastos adicionales de laboratorio y por la existencia de fallas no detectadas en el terreno. "Sacyr y GUPC seguirán defendiendo en las distintas instancias internacionales (ICC, Uncitral) sus argumentos en relación con las reclamaciones justas que está haciendo a ACP", manifestó la compañía.

Por último, la empresa destacó que más de cuatro años después de su inauguración, el tercer juego de esclusas de la Ampliación del Canal de Panamá "es un ejemplo de fiabilidad y buen funcionamiento". No obstante, quedan pendientes por resolver otros abritrajes por una cantidad de 4.000 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros). Entre ellos, se incluye los efectos por la parada técnica que sufrieron las obras por la falta de 'cash-flow' y el sobrecoste de las compuertas.