Samsung registró un beneficio neto de 4,54 billones de wones surcoreanos (3.641 millones de euros) al cierre del tercer trimestrede su ejercicio fiscal, lo que representa un retroceso 16,8% respecto al mismo periodo del año anterior, como consecuencia de la interrupción de la producción y comercialización del Galaxy Note 7debido a los problemas experimentados con la batería de este dispositivo.

La cifra de negocio del gigante surcoreano entre julio y septiembre alcanzó los 47,82 billones de wones (38.349 millones de euros), un 8,1% por debajo de la cifra obtenida un año antes, según informó la compañía en un comunicado.

El impacto negativo relativo al Galaxy Note 7 sobre la división de telefonía de Samsung, tradicionalmente la más rentable de Samsung, provocó un retroceso en su beneficio operativo del 96%, hasta 100.000 millones de wones (80 millones de euros).

De este modo, los ingresos derivados de la venta de dispositivos móviles de Samsung en el tercer trimestre alcanzaron los 22,09 billones de wones (17.714 millones de euros), un 14,8% menos que la facturación obtenida en dicho periodo de 2015.

No obstante, Samsung prevé que la demanda de tabletas y smartphones se incremente en el cuarto trimestre del año, fecha para la que espera un beneficio operativo similar al de 2015 gracias a la campaña de Navidad.

Como consecuencia del Galaxy Note 7, el fabricante tecnológico estimó un impacto negativo a mediados de octubre de alrededor de 2,5 billones de wones (2.005 millones de euros) en el cuarto trimestre de 2016 y de otro billón de wones (802 millones de euros) en los tres primeros meses de 2017.