Samsung continuó estet miércoles con pérdidas en la Bolsa de Seúl tras la retirada del mercado de su 'smartphone' Galaxy Note 7por los persistentes casos de combustión de estos terminales. Pese a ello, moderó su retroceso hasta el 0,65% tras llegar a caer casi un 3%.

En la víspera, Samsung se hundió el 8,04% tras anunciar que congelaba las ventas de estos teléfonos y pedir que no se usaran, al conocerse nuevos casos de combustión de aparatos que la empresa había entregado como reemplazo de los primeros teléfono inteligentes defectuosos, que también se habían incendiado.

Poco después, el gigante surcoreano informó de que iba a dejar de fabricar definitivamente el Galaxy Note 7 por la continuidad de estas averías, lo que por el momento no ha tranquilizado a los inversores ante el previsible impacto del caso en los resultados de Samsung y su imagen de marca.

Las acciones de Samsung, uno de los valores de referencia en la Bolsa de Seúl, llegaron a perder el 2,93% durante el primer tramo de negociación, aunque posteriormente esta caída se fue moderando hasta quedar por debajo del 1%. Su desplome en la víspera fue el mayor desde el 2008 y sucede a otras seis caídas diarias mayores al 4% que ha registrado Samsung a lo largo de este año relacionadas con el lanzamiento de su nuevo dispositivo insignia de alta gama y sus problemas posteriores.

La crisis del Galaxy Note 7 comenzó apenas unos días después de que Samsung comenzara a vender, el 19 de agosto, este "phablet" o "tabléfono" llamado a hacer frente al nuevo iPhone 7, y la empresa no ha lograda aplacarla pese al proceso sin precedentes de rellamada y recambio de unos 2,5 millones terminales.

Debido a la cancelación definitiva de la producción del Galaxy Note 7, se calcula que Samsung podría dejar de vender en torno a unos 20 millones de teléfonos previstos inicialmente, lo que le supondría dejar de ingresar hasta 15.300 millones de euros.