El Gobierno de Pedro Sánchez prevé situar el déficit público este año en el 2% del PIB (tras el 2,48% anotado en el 2018) en un contexto en el que se mantiene la previsión de crecimiento de la economía española en el 2,2% para el ejercicio, con una mayor aportación de la demanda interna que debería compensar el debilitamiento esperado de las exportaciones. Además, se espera que la tasa de paro se sitúe ligeramente por debajo del 14% de la población activa.

Según ha podido confirmar este diario, estas son algunas de las cifras que la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha incorporado en el documento Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022 que, cumpliendo con las exigencias de la Comisión Europea para todos los estados miembros, debe remitir a Bruselas antes de que finalice el mes de abril.

Así, en el último día del mes, apurando el plazo y las horas, el Gobierno preveía remitir ayer a la Comisión Europea este documento en el que se detallan las estrategias, políticas y cifras que deben permitir a España avanzar en la reducción del déficit público y de la deuda. En particular, se prevé bajar un punto de PIB la deuda pública, hasta el 96%.

En principio, el horizonte temporal del nuevo Programa de Estabilidad coincide con los tres primeros años de la nueva Legislatura que quedará inaugurada cuando se constituyan las Cortes, a finales de mayo. Las cifras del documento reflejan la voluntad del Gobierno de actualizar las pensiones en los próximos años de acuerdo al IPC real.

OBJETIVOS RENOVADOS / El nuevo documento destierra los objetivos incorporados por el Gobierno del PP en la edición del año pasado del Programa de Estabilidad. Allí se establecía un objetivo de déficit del 2,2% para el 2018 (que finalmente se ha situado en el 2,48%); del 1,3% del PIB para este año y del 0,5% para el 2020 antes de lograr un leve superávit del 0,1% en el 2021. En la Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022 el objetivo del equilibrio presupuestario se retrasa.

Pasar de un déficit del 2,48% del PIB en el 2018 al 2% en el 2019 implica un ajuste de unos 6.200 millones de euros que el Gobierno fía, básicamente, al crecimiento económico (mayor recaudación y menor gasto en desempleo) y al ahorro en pago de intereses de la deuda pública, por los bajos tipos.

Las subidas de las bases mínimas y máximas de cotización a la Seguridad Social que entraron en vigor en enero también deben contribuir a mejorar los ingresos de las administraciones públicas. El Gobierno no cuenta con poder incorporar este 2019 los efectos de las subidas fiscales y la creación de nuevos impuestos (tasa Google e impuesto sobre transacciones financieras) que decayeron con la disolución de Las Cortes en febrero pasado. El Ejecutivo mantiene los cálculos que sirvieron para elaborar el proyecto de ley de Presupuestos del Estado del 2018 pero la Actualización del Programa de Estabilidad traslada al 2020 la ganancia de recaudación que el Gobierno de Sánchez espera obtener con las medidas de subidas tributarias.

«Las cuentas casan», aseguró el viernes la ministra portavoz, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. «Hemos escrito el prólogo de un libro de bienestar social para la ciudadanía repartiendo la mejora económica y al mismo tiempo somos capaces de reducir el déficit y reducir la deuda», opinó.

Los nuevos objetivos de estabilidad establecidos por el Gobierno de Pedro Sánchez deberán ser validados por la Comisión Europea en mayo. La CE deberá decidir entonces si la senda de estabilidad diseñada por el Gobierno se ajusta a las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) para la corrección del déficit público estructural (el que se apoya en la adopción de medidas y no en las posibles ventajas del ciclo económico) o si por el contrario debe modificarla o concretar nuevas medidas para aumentar los ingresos o reducir los gastos. Ya existe un precedente en 2012 con Rajoy, quien confeccionó un proyecto de Presupuestos que sufrió un correctivo de la CE.