E l presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaudió ayer las negociaciones para una fusión entre CaixaBank y Bankia, que podría cuajar en los próximos días, pero dejó claro que aún falta por negociar lo principal: el precio.

Es una operación que tiene «buenos mimbres», con aspectos «muy positivos», entre ellos la cohesión territorial, dijo el líder socialisa en La hora de la 1 , el nuevo programa de TVE para las mañanas y que presenta Mónica López. El presidente, en todo caso, dejó sobre la mesa que la fusión aún no ha terminado y que el Estado tiene que ver las condiciones y «si interesa» la operación para maximizar la participación pública y defender el interés general.

De esta negociación depende cómo se avance de rápido en la firma de un acuerdo que, si todo va según lo previsto, podría ser formalizado a principios de la semana próxima en los respectivos consejos de administración de cada una de las dos entidades.

De la negociación del precio que está dispuesto a pagar CaixaBank (en forma de canje de acciones) por hacerse con Bankia dependerá una mayor o menor recuperación por parte del Estado de las ayudas públicas por más de 24.000 millones de euros que supuso el rescate de esta última entidad.

Pedro Sánchez reconoció ayer que el Estado está «lejos» de recuperar los algo más de 20.000 millones pendientes de aquel rescate (a finales de agosto el valor de la participación del Estado en Bankia apenas valía unos 2.000 millones de euros), pero enfatizó su propósito de «maximizar la participación pública y dar estabilidad a un sector saneado» .

Y en ese mismo mensaje insistió por la tarde la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en Bruselas, tras entrevistarse con varios comisarios del área económica, incluido el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

Calviño eludió valorar si la posible fusión complica o facilita la recuperación de los 24.000 millones inyectados por las autoridades públicas españolas para rescatar a la entidad. «No me gustaría especular en este momento puesto que se están produciendo las negociaciones entre las dos entidades y una de las cuestiones en discusión es la participación del estado en la nueva entidad», se limitó a señalar. Y reiteró que su objetivo será «siempre», maximizar el valor de la participación pública en la entidad resultante y reforzar el sector financiero.

«Quiero dejar claro a todo el mundo que estos son los principios que van a guiar la atención del Gobierno, que son los que nos han guiado los últimos días años y nos guiarán en las próximas semanas cuando tengamos que tomar las decisiones», dijo.

«Les he informado de cual es el estado de las conversaciones que se están teniendo entre las dos entidades interesadas y hay interés por seguir como se va desarrollando este proceso», explicó la vicepresidenta económica. La operación no se sigue con interés solo en Bruselas sino también en Italia donde se observa la operación entre CaixaBank y Bankia como un posible modelo para ofrecer una salida al Monte dei Paschi di Siena (MPS), con el 68% de su capital en manos del Gobierno italiano.

La formación morada protestó el viernes por el desconocimiento. Ayer mismo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, manifestó su intención de llevar su queja «al interior del Gobierno» y reiteró la opinión contraria de su formación frente a la o fusión. H