El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cumple este sábado un año en la Moncloa. Doce meses después de la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy y tras revalidar su liderazgo en las urnas, el dirigente socialista ha redoblado su compromiso con "el avance social con justicia social". "Se han acabado uno de los ciclos electorales más intensos de la historia democrática con niveles de participación muy altos. El doble mensaje que ha lanzado la ciudadanía está bien claro: España quiere avanzar y ese avance tiene que ser con justicia social", ha razonado.

Durante su intervención en la XXXV Reunión del Círculo de Economía de Sitges, ha señalado la necesidad de llevar a cambo una modificación del redactado del Estatuto de los Trabajadores para adaptarlo a los nuevos tiempos y contemplar así la economía colaborativa. "En el ámbito de las relaciones laborales es el momento de invertir los términos, acomodar normas a la realidad cambiante", ha espetado, y ha recordado el atropello de un 'rider' de Glovo, unas condiciones laborales a las que ha llamado a "dar respuesta" con "una legislación específica para las start-ups".

Sánchez ha defendido la creación de empleo de calidad para garantizar un mercado laboral eficiente. Asimismo, ha tendido la mano a representantes políticos, sociales y económicos, además del conjunto de la sociedad civil, para "impulsar la gran agenda del cambio" en los próximos cuatro años. Un acuerdo que tratará de afianzar una "economía competitiva y justa", "instituciones limpias y transparentes" y "una sociedad plural". Para lograrlo, ha dibujado como prioridad empujar la "productividad y la competitividad" a partir de tres ejes: la "disciplina fiscal", "la cohesión social y territorial" y la modernización del "sistema productivo".

"Hay que mostrar iniciativa, anticiparse, mirar de frene al futuro, aprovechar todos los desafíos, que no deben ser concebidos como un problema, sino como una enorme oportunidad", ha aseverado. Para ello, ha puesto en valor un compromiso netamente europeísta según el cual "España proteja Europa, y Europa proteja a España".

El presidente del Gobierno en funciones ha detallado su mundo ideal como un lugar en el que se ponga fin a las desigualdades, se respire aire sin emisiones tóxicas, "se pueda prevenir el cáncer igual que ahora se pone remedio a la tuberculosis", y "salvar vidas con la tecnología robotizada". Un mundo que ha dicho que es "posible" con la receta necesaria: "Queremos cambiar el mundo y creemos que quien no quiere cambiarlo tiene que apartarse y dejarnos avanzar a los que queremos avanzar con justicia social", ha comentado.

SIN MENCIÓN A LOS PACTOS

Sánchez ha evitado responder a los que durante tres días han desfilado por la sala de conferencias con dudas y reclamaciones sobre el estado de sus pactos para formar un nuevo Gobierno.

El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, volvió a ofrecerle un gobierno de coalición durante su intervención en la reunión del Cercle: "Sería bueno para España, para las empresas y para Cataluña", comentó, y propuso derogar la reforma laboral del 2012 "para crear un marco laboral de contratos indefinidos".

El líder del PSOE tampoco ha querido replicar la invitación del 'vicepresident' de la Generalitat, Pere Aragonés, para recuperar "la declaración de Pedralbes" de diciembre del 2018" en la que se reconocía la existencia de "un conflicto que requiere una solución política" en Cataluña.

Sus escenarios de futuro para el diálogo y el consenso en Cataluña han quedado en el aire, pero ha dejado claro cuál es su acento en el terreno económico y que una de las prioridades del futuro Gobierno será replantear el papel de España en la Unión Europea para hacerla más decisiva.