El Santander ganó 3.231 millones de euros hasta junio, un 14% menos que un año antes. La caída se debió básicamente a que tuvo que reservar 814 millones para pagar el ERE que ha aprobado en España tras la absorción del Popular (600 millones para la salida de 3.223 trabajadores) además de por otros impactos extraordinarios, sobre todo en Reino Unido, frente a los 300 millones de impactos excepcionales de doce meses antes. Sin ese efecto, el beneficio habría sido de 4.052 millones, con una caída de solo el 0,2% o un crecimiento del 2,1% sin tener en cuenta el tipo de cambio.

Su consejero delegado, José Antonio Álvarez, destacó ayer que el banco va a poder contrarrestarlo gracias a la fusión de su negocio de custodia de valores con el de Crédit Agricole, que le permitirá apuntarse 700 millones en plusvalías. En esta línea, reafirmó el objetivo del grupo de elevar el porcentaje del beneficio que destina a remunerar a sus accionistas a entre el 40% y el 50%, pese a los recientes llamamientos a la prudencia del Banco de España al sector. Eso sí, dejó la puerta abierta a pagar un mayor porcentaje del dividendo en acciones, como también ha recomendado el supervisor.