El Santander ha planteado a los sindicatos su intención de reducir 1.200 puestos de trabajo en su banco en España, lo que supone alrededor del 5% de la plantilla de esta filial, en línea con su plan de cerrar entre 400 y 450 oficinas en el país, en torno al 13% de su red. La mitad se harán mediante prejubilaciones y la otra mitad, mediante bajas incentivadas. El banco comunicará este viernes a los representantes de los trabajadores el recorte que pretende emprender en los servicios centrales del grupo y que podría rondar los 500 empleos.

En concreto, el banco planea deshacerse de 950 trabajadores de las oficinas y 250 de los servicios centrales y territoriales de la filial española. Las jubilaciones serían a partir de los 58 años con el 70% del salario bruto anual y las bajas, con una indemnización de 40 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades.

El grupo también quiere complementar el cierre de sucursales, la mayoría de entre uno y dos empleados, con una ampliación de la movilidad geográfica de los trabajadores hasta los 100 kilómetros (con alguna compensación no definida) y traslados forzosos en una cantidad a determinar y con una compensación de 20.000 euros por trabajador. Estas medidas son las que explican que el recorte de oficinas sea porcentualmente menor al de plantilla: la entidad pretende reubicar a parte de los empleados.

OPOSICIÓN SINDICAL

CCOO ha trasladado al banco en la reunión en que le ha explicado sus planes que "no es justificable ninguna pérdida de empleo y que el número de salidas se debe reducir sustancialmente". El sindicato pretende que las prejubilaciones supongan al menos el 75% de las bajas y que se repitan las condiciones del ajuste de plantilla del 2013, tras la absorción de Banesto: prejubilaciones desde 55 años con el 80% del salario y bajas incentivadas con 50 días por año trabajado.

UGT, por su parte, ha rechazado la propuesta: "No podemos entender que tras los resultados anunciados en la junta de accionistas por parte de la presidenta, transmitiendo un mensaje positivo, a día de hoy nos encontremos frente a un ERE". El sindicato ha exigido que el proceso de reducción de plantilla esté"basado en la voluntariedad" y ha pedido la unidad de los trabajadores, "sin descartar ningún tipo de medida".