El sector del automóvil ha dicho basta. Después de varios meses de 'dimes y diretes' entorno a la desaparición del diesel, un nuevo impuesto para igualar su fiscalidad a la de la gasolina y la caída de las ventas del 13 % en julio y del 18,3 % en los primeros seis meses del año, el sector ha dicho basta. En una carta firmada por los cuatro presidentes de las principales asociaciones (Anfac, Aniacam, Sernauto, Faconauto y Ganvam) piden "prudencia y moderación" al hablar de este combustible.

Desde el sector han querido desmentir "afirmaciones inexactas", como que el diesel contamina más que la gasolina, "para evitar que, por repetición, acaben tomándose como verdaderas", explicaron en un comunicado estas cinco asociaciones que insisten en que el problema real es la antigüedad del parque automovilístico español, que tiene más de 12 años, y no el diesel.

"El diésel es el combustible más eficiente y con menores emisiones de CO2. Si comparamos con vehículos gasolina equivalentes, los vehículos diésel nuevos (que se venden actualmente en los concesionarios) presentan un consumo un 25% inferior y unas emisiones de CO2 por kilómetro 15% inferiores. Además, los vehículos diésel nuevos y los de gasolina producen emisiones contaminantes en niveles equivalentes", aclaran.

No obstante, según las asociaciones, los vehículos más antiguos sí que tiene niveles de emisiones de CO2 y NOx y partículas muy altos, y por ello emplazan a las autoridades a fijar su objetivo en la introducción de medidas para retirar de la circulación los coches más viejos e ineficientes cuya edad media supera ya los 12 años.

Compromiso con las bajas emisiones

El sector está comprometido con las bajas emisiones, alegan, "desde hace décadas, a través de fuertes inversiones en I+D+i para poner en el mercado vehículos cada vez más limpios y eficientes". "De ahí que hayamos conseguido que los vehículos nuevos diésel emitan un 84% menos de emisiones NOx y un 91% menos de partículas que los vehículos de hace 15 años", precisan en la carta.

Por ello piden que "no se ataque a ninguna tecnología ni se genere incertidumbre innecesaria en la ciudadanía". "Esto puede afectar muy negativamente tanto a las inversiones en nuestro país y al empleo directo e indirecto del sector, como a los compradores recientes de estos vehículos diésel, indefensos, que ven cómo pierde valor su inversión de cara al futuro. Además, sobre todo en el ámbito local, penalizar a los coches diésel (aunque sean nuevos), lo único que está provocando es un incremento de las emisiones de CO2 ya que están siendo sustituidos por vehículos gasolina", concluyen.