Aún no es primavera en las tiendas de moda. El cierre comercial tras decretarse el estado de alarma en España ha puesto en aprietos al comercio textil, con prendas en las tiendas de difícil venta y que serán previsibles víctimas de rebajas. Aunque el nivel de estocs en las grandes firmas del sector tendía a reducirse antes de desatarse el coronavirus, la profundidad de la crisis se dejará notar durante meses y ha obligado a las grandes cadenas a suspender pedidos y a replantear estrategias a toda prisa.

«Lo que puede pasar en el sector de la moda no lo sabe nadie», reconoce el experto en distribución y profesor del IESE José Luis Nueno, pero advierte de que ni siquiera la venta on line y el fantasma de las rebajas van a ser capaces de compensar la situación, «con una caída de ventas en internet del 30% durante el encierro por la falta de motivación de los consumidores a comprar productos de moda en un momento de confinamiento».

Para incrementar las ventas en internet durante un periodo de cierre total de tiendas físicas la batalla comercial se anuncia muy potente y las rebajas mid season ya están aquí. Camisas blancas de oferta en primavera. Firmas como Uniqlo ya se han lanzado con el 60%; del 50% en Mango; del 30% en Desigual; del 40% en H&M; del 20% en Bimba y Lola o del 50% en Superdry. Es solo el principio. Las firmas de precios ultrabajos como Primark no tienen capacidad para afrontar rebajas. Y en las firmas de lujo, el próximo verano será de locura en outlets.

La firma de estudios Semrush, que analiza las búsquedas en internet, apunta a que con el confinamiento el interés de los consumidores por las firmas de moda se ha desplomado. Las búsquedas en internet de marcas como Zara, Mango, H&M, Adolfo Domínguez, etcétera cayeron entre el 10 y el 27 de marzo más del 50% (algunas cerca del 70%), lo que anticipa desplome de ventas. La consultora Kantar también detectó en la semana cerrada el 15 de marzo una caída de las ventas en volumen del 10% y del 17% en el número de clientes.

El fast fashion (por ejemplo el que practica Zara, de Inditex) tiene, según Nueno, algo de ventaja frente a otros conceptos comerciales. En Inditex, en torno al 45% de la actividad se basa en fast fashion. Ha dado tiempo a suspender órdenes de compra de mercancías que todavía no se habían fabricado, mientras que las firmas más lentas (slow fashion) deberán asumir más costes de almacenamiento y ventas en rebajas más elevadas.

En Inditex todavía confían en recuperar parte de lo perdido si las tiendas pueden abrir en un mes. Pero parece difícil. En Mango admiten haber potenciado el canal on line para minimizar los cierres de tiendas y están en plena economía de guerra, como todos, en una línea de reducción de costes extrema. Todas las enseñas han aplicado ERTE para reducir al máximo los gastos. Las firmas de precios bajos, como la cadena irlandesa Primark, han cancelado temporalmente pedidos para los próximos cuatro meses.

COMERCIO MULTIMARCA / Para el comercio multimarca augura Nueno problemas serios. «El 80% del producto de esta primavera ya había sido entregado, lo que va a causar impagos y retrasos a los proveedores, lo que disparará la oferta de producto en internet». Es esta una temporada de ventas «desequilibrada», según este experto, en la que la venta de producto de más precio a principios de primavera ya se ha perdido y quedan las prendas más baratas. Abrir las tiendas a finales de mayo no hará más que acelerar el periodo de las rebajas y erosionar todavía más los márgenes.

La capacidad de resistencia del comercio multimarca es elevada, pero los fabricantes ya están pensando en la temporada de otoño e invierno del año que viene y el establecimiento tradicional está tocado y no podrá comprar colecciones. «A pesar de la resiliencia de las tiendas supervivientes, van a cerrar muchas de ellas», considera finalmente el profesor del IESE José Luís Nueno.