Javier Marín, aupado por Emilio Botín al puesto de consejero delegado del Santander en abril del 2013 y cesado por Ana Botín en noviembre del 2014, relanzó ayer la pequeña entidad Self Bank con un nuevo nombre: Singular Bank.

El banquero compró la firma en junio del 2018 por algo menos de 40 millones de euros junto a otros socios. Su accionariado se lo reparten ahora el fondo estadounidense Warburg Pincus (90%), Marín (5%) y otros altos directivos (5%).

El consejero delegado de la nueva entidad tuvo para ello que devolver el año pasado al Santander en torno a siete millones de euros. En el momento de su cese a los 48 años, se prejubiló y cobró de una vez los 800.000 euros anuales que el banco se había comprometido a pagarle a cambio de que no trabajase para la competencia hasta su jubilación definitiva.

Ha tenido, por tanto, que reintegrar lo cobrado salvo lo percibido desde su cese hasta la entrada en Self Bank.