Los afectados por las hipotecas multidivisas (HMD) tienen razones para alegrarse. Los contratos privados han sido considerados siempre compromiso entre las partes, sin embargo, la reciente sentencia de las cláusulas suelo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha abierto una vía para replantear parcialmente otros contratos financieros que pueden transformar la vida cotidiana de cualquier ciudadano en la peor de sus pesadillas. Imagine el lector la contratación de un préstamo hipotecario para la casa de sus sueños que permite una cuota mensual menor y una cuantía mayor de capital prestado. Era el préstamo multidivisa del que se vendieron miles entre el 2007 y 2008. El préstamo ideal se transformó en pocos meses en una máquina incontrolable para el cliente. Al cabo de una decena de años de pagar religiosamente los plazos de la hipoteca el resultado es que se debía el doble de lo prestado. Increíble pero ha sucedido.

"Las hipotecas multidivisa (HMD) son lo mas abusivo en banca que he visto jamas", explica Xavier Dalmau, abogado especialista en la defensa de afectados. Su experiencia en el asunto nació en carne propia como uno de los clientes que contrataron el producto y tuvo que enmendar por sus propios medios ese error. Algunos eligieron los yenes, otros otras monedas. La promesa de poder cambiar de divisa de manera ágil o volver al amparo del euro se convirtió en una sangría en forma de comisiones inasumibles o cláusulas suelo sorpresa en cada reescritura hipotecaria.

OPTIMISMO DE LOS ABOGADOS

"La sentencia del TJUE va a ser muy positiva. Hasta ahora los jueces han aplicado habitualmente la tesis de que no era posible enmendar un contrato de manera parcial, pero ahora se abre un nuevo marco legal en el que una cláusula considerada abusiva obliga a restituir lo cobrado de más", explica Marcelino Tamargo, del despacho de abogados Espacio Legal. "La mayoría de hipotecados en divisas extranjeras deben mas de lo que le prestaron después de estar pagando sus cuotas desde el año 2007 o 2008", explica Dalmau, por lo que en su opinión "si se transmite correctamente al juez la situación no se puede ni se debe perder ningún juicio".

La pesadilla de las HMD la viven en primera persona en torno a 70.000 clientes de bancos y las demandas de Justicia se han hecho patentes en los últimos años con la aparición de plataformas de afectados y la apertura de muchos juicios en los que la sentencia del TJUE sobre cláusulas suelo puede ser una inestimable ayuda para los demandantes.

AFECTADOS

La banca diseñó un producto de semiinversión para algunos (todo se pensó para pilotos que cobraban en moneda extranjera) y se creyó que podía convenir a muchos más. El producto se publicitó, especialmente por parte de Bankinter y el Banco Popular, y se extendió en colectivos por el sistema de boca oreja, entre bomberos de Madrid, trabajadores del sector sanitario en Barcelona, policías locales, la Ertzaina...

ESTRATEGIAS DE LA DEFENSA

Las estrategias de las defensas son diversas pero el vacío legal existente se convirtió en incertidumbre jurídica. En algunos casos, los argumentos de la banca se impusieron. Las peticiones de los afectados son generalmente transformar los préstamos en productos estándar, ya que para las entidades así lo eran porque físicamente éstas nunca compraron yenes o francos suizos para cubrir las operaciones. La vía de defenderse por el "yo no sabía" no han colado en los juicios. A partir de ahora parece que esas dificultades para cambiar de divisa o volver al euro pueden ser consideradas una práctica abusiva. El mismo Banco de España reconoció que la conducta de las entidades se había "apartado de las buenas prácticas bancarias" en el caso de las HMD. Además, tras transformar los préstamos al euro, debía aceptarse en muchos casos una cláusula suelo, por lo que legalmente debería restituirse lo pagado de más.

ARGUMENTOS

Entender que el producto entero de las hipotecas multidivisa resulta abusivo con el cliente y que sus condiciones no fueron negociadas de manera individual puede ofrecer una salida para los clientes afectados. Los bancos siguen defendiendo que los clientes pedían ese producto y sabían lo que firmaban. Los jueces ya tienen argumentos suficientes para hacer que alguna familia deje de deber más de lo que le prestaron y después de 10 años de pagos pueda decir que ya ha devuelto buena parte del préstamo más sufrido de su vida, esta vez bajo el paraguas del euro.