La compañía familiar catalana Simon sigue su proceso de recuperación de la facturación, que volverá al nivel anterior a la crisis en unos dos años, según las previsiones de su director general, Luis Lopezbarrena. En el 2016, el fabricante de material eléctrico registró un incremento de sus ingresos del 1% y alcanzó los 308 millones de facturación.

La depreciación de las monedas de Brasil, Rusia y Turquía recortó la mejora en cinco puntos, ya que si los cambios se hubieran mantenido estables la facturación habría crecido un 6%. Lopezbarrena considera que, si no se producen efectos extraordinarios, la empresa recuperará en el 2019 el nivel de ingresos récord del 2007, situado en casi 350 millones.

MEJORA EN LA REHABILITACIÓN

El negocio de Simon en España se incrementó un 2,5% y se convirtió en el segundo mercado del grupo, por detrás de China, que aumentó su facturación un 6,5% en el 2016. El directivo atribuyó la mejora en España a la recuperación del mercado de rehabilitación de viviendas.

La compañía originaria de Olot, que el año pasado celebró su centenario, ha optado por tomarse un respiro en su estrategia de expansión internacional y, por ahora, no prevé entrar en nuevos mercados.

Entre las inversiones y las patentes de Simon de los últimos años ocupa un lugar importante la nueva serie 100 de enchufes conectados a internet que permiten interactuar a través de una aplicación móvil.