Representantes de sindicatos de servicios públicos y defensores de la salud pública han criticado este martes en el Parlamento Europeo los efectos negativos que puede tener el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, conocido como CETA, pendiente todavía de ratificación, mientras que organizaciones empresariales y del sector agrícola han valorado la apertura de mercados entre ambas partes.

Varios representantes de sindicatos, oenegés, empresas y agricultores han intervenido este miércoles ante la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo para discutir sobre los beneficios y los efectos negativos del CETA, que la UE y Canadá esperan firmar en Bruselas el próximo 27 de octubre. Antes, el 18 de octubre, los ministros de Comercio de los Veintiocho están convocados para dar el visto bueno a la firma y para aprobar la declaración conjunta elaborada para aclara algunos de los aspectos más controvertidos del mismo.

CRÍTICAS

La directora general de la Federación Sindical Europea de Servicios Públicos (FSESP), Penny Clarke, ha afirmado que su organización mantiene reservas con el acuerdo y no aprueba su ratificación, puesto que tiene objeciones con respecto a la "débil" protección de trabajadores del sector público y del medio ambiente, con el tribunal de protección de inversiones incluido en el tratado y con el espacio que deja para regular en el sector público.

"Estas preocupaciones son compartidas por un amplio abanico de diferentes partes de la sociedad", ha apuntado Clarke, quien ha señalado que en sus conversaciones con homólogos canadienses han intentado "ir más allá de los intereses ofensivos y defensivos" puesto que "los intereses de la gente y los trabajadores son comunes en todos los países".

En relación a la declaración conjunta, Clarke ha instado a preguntarse si resuelve las reservas planteadas con respecto al texto del acuerdo de libre comercio. "Si la respuesta es no, tenemos que sacar conclusiones", ha advertido.

En la misma línea, la secretaria general de la Alianza Europea de Salud Pública, Nina Renshaw, ha asegurado que su organización no cree que el CETA sea equilibrado "incluso después de la declaración interpretativa" y no contiene salvaguardias "para garantizar la protección de la salud pública".

En concreto, ha criticado que las empresas puedan pedir compensaciones por determinadas políticas públicas "que frustren sus expectativas de inversiones". "No creemos que sea necesario en economías maduras con Estado de Derecho", ha destacado en relación al tribunal de protección de inversiones. También ha alertado sobre la posibilidad de un incremento de los precios de medicinas y equipos médicos y de un crecimiento de enfermedades o adicciones, resultado de la eliminación de aranceles a productos como el tabaco o el alcohol.

En contra de estas opiniones se ha pronunciado la directora de Relaciones Internacionales de Business Europe, Luisa Santos, que ha reconocido que existen reservas al tratado, especialmente en las áreas de los servicios públicos y la protección de inversiones, pero que espera que se resuelvan en la declaración conjunta.

APOYOS

En cualquier caso, Santos ha subrayado que el CETA es un acuerdo "muy bueno, muy ambicioso y muy progresista", al mismo tiempo que ha remarcado los beneficios que representa para las empresas europeas en los campos del sector servicios y de la contratación pública, en los que a su juicio se ha conseguido un importante acceso al mercado canadiense.

De la misma forma, el secretario general del Comité de Organizaciones Agrarias y de Cooperativas Europeas (Copa-Cogeca), Pekka Pesonen, ha calificado el acuerdo como "enormemente importante desde el punto de vista estratégico" y ha celebrado la completa liberalización de algunos sectores como el lácteo. No obstante, ha pedido a Bruselas que supervise sus efectos en las exportaciones de carne de vacuno y porcino.

También ha valorado Pesonen el reconocimiento de Canadá de un gran número de indicaciones geográficas. En general, ha señalado que el CETA "mejorará las orientaciones en otros acuerdos multilaterales" y ha mostrado el apoyo de su organización al acuerdo comercial.

A su vez, el eurodiputado responsable del informe sobre el CETA, Artis Pabriks, del Partido Popular Europeo, ha afirmado que el tratado comercial con Canadá "es mucho mejor que cualquier acuerdo anterior", a la vez que ha apuntado que lo han alcanzado dos socios que "comparten los mismos valores".

Asimismo, ha defendido que el CETA es un pacto comercial "importante geopolíticamente y económicamente" y, aunque ha reconocido que no se trata de un acuerdo ideal, existe la oportunidad de que la UE y Canadá discutan mejoras del mismo en un futuro.