El Tribunal Supremo ha tumbado definitivamente el proyecto piloto de Telepizza, mediante el cual pretendía geolocalizar a sus repartidores para seguirles la pista en directo durante sus entregas. Y debían ser los propios trabajadores los que costearan de su bolsillo el teléfono móvil para tenerlos controlados. El alto tribunal ha desestimado el recurso de casación interpuesto por la empresa (que ya había perdido en la Audiencia Nacional) y ha tumbado sin posibilidad de más recorrido el 'proyecto Tracker' de la empresa de reparto de comida a domicilio.

Los magistrados han determinado que la intención de Telepizza de geolocalizar en todo momento a sus repartidores es innecesaria, pues la empresa tiene otros elementos para seguir siendo competitiva a nivel de mercado sin invadir de manera tan manifiesta la privacidad de sus empleados. Así lo refleja la sentencia hecha pública este jueves, que reprocha abiertamente a la compañía el hecho de que no informó debidamente a sus trabajadores ni negoció su implantación.