Dos de las operadoras más grandes de telefonía móvil en Estados Unidos, T-Mobile y Sprint, acaban de anunciar un acuerdo de fusión del que resultará una firma valorada en unos 146.000 millones de dólares (120.300 millones de euros). La nueva empresa será la «única con capacidad de crear una amplia y profunda red de 5G a nivel nacional», dijo el CEO de T-Mobile, John Legere, en un vídeo junto al de Sprint, Marcelo Claure, publicado en su cuenta personal de Twitter.

En un comunicado conjunto, las operadoras señalaron que preservará el nombre de T-Mobile, tendrá una sede dual y será una «fuerza de cambio positiva en las industrias de red inalámbrica, de vídeo y de banda ancha en EEUU». Según los detalles sobre la operación, que está sujeta a regulación por las autoridades del país, pero esperan que se cierre antes de la primera mitad del 2019 «una vez vean sus importantes beneficios», cada acción de T-Mobile valdrá el equivalente a 9,75 de Sprint.

La suma de T-Mobile, filial del grupo alemán Deutsche Telekom, y de Sprint, controlada por el grupo japonés SoftBank, da lugar a una cifra estimada de 100 millones de clientes, lo que la situaría en segundo lugar en el mercado por detrás del grupo Verizon si el proceso sale adelante. «Esta combinación creará un fiero competidor con una escala (suficiente) para dar más a los consumidores y las empresas en forma de precios más bajos, mayor innovación y una insuperable experiencia de red», explicó Legere, para quien las dos firmas tienen un ADN similar.

Igual que ambas han apostado por planes móviles ilimitados, desgranó que pretenden llegar otra situación de «ruptura competitiva» al construir la «mejor red de 5G del mundo», algo que ninguna de las dos «podría crear sola», como tampoco podrían Verizon ni AT&T en el «corto plazo». Solo la nueva T-Mobile, insistieron, tendrá la capacidad suficiente para sentar las bases de la red 5G en sus primeros años.