Los ingresos de Telefónica en los nueve primeros meses de este año alcanzaron los 9.501 millones de euros, lo que supone un 0,5% más que hace un año, después que el crecimiento de la facturación se haya acelerado en el tercer trimestre gracias a una «estrategia comercial más segmentada y diferenciada», que ha contrarrestado la fuerte competencia en el sector.

Telefónica facturó 3.219 millones de euros el tercer trimestre, un 1% más que en el mismo periodo de 2018, impulsada por el mejor comportamiento de los ingresos de servicios, que también crecieron un 1%. De esta manera, la subida de la cifra de negocio en el periodo comprendido entre julio y septiembre mejora en siete décimas la del segundo trimestre.

En este sentido, la operadora agrega que el crecimiento frente al segundo trimestre se observa en todos los segmentos, ya que la facturación creció un 0,2% en el negocio residencial, un 0,4% en el de empresas y un 4,1% en el mayorista. Además, destaca el incremento del 0,3% del los ingresos de terminales y la mejora del ingreso por cliente (ARPU) convergente, que sube un 17%, hasta los 90,6 euros.

El consejero delegado, Ángel Vilá, explicó ayer que los primeros ahorros derivados del plan de bajas voluntarias llevado a cabo en las últimas semanas por la compañía comenzarán a notarse en el cuarto trimestre de 2019 y contribuirán a que el conjunto del grupo logre su objetivo de resultado bruto de explotación (Oibda) fijado para todo el año.

Vilá recordó que el plan de suspensión individual de empleo (PSI) generará unos ahorros de 210 millones de euros anuales desde el 2020, pero señaló que como algunas salidas de trabajadores ya han empezado a producirse, estos ahorros «empezarán a aflorar en noviembre o diciembre» de este mismo año.