Elon Musk, el fundador de Tesla, lo ha vuelto a hacer. Tras realizar tres tuits, el primer accionista de la compañía ha provocado el desplome de las acciones de la compañía.

En el primero de ellos ha asegurado que se dispone a deshacerse de todas sus propiedades físicas y ha subrayado que no tendrá casa.

En el segundo ha dicho que las acciones de Tesla están muy caras y el mercado le ha hecho caso. Ha bastado esta publicación en Twitter para que los títulos del fabricante estadounidense de coches eléctricos llegaran a caer el 10%.

Finalmente ha pedido, sin aparentemente identificar a quién se lo pide, que se devuelva la libertad al pueblo. Musk ha escrito los tuits con una diferencia de minutos.

No es la primera vez quehace algo así. En abril del año pasado, Musk aceptó no publicar en Twitter información sobre la producción de vehículos o ventas del fabricante de automóviles eléctricos de lujo sin que sus tuits sean revisados por abogados, según un acuerdo que alcanzó con la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC).

Ese pacto pretendía resolver la demanda presentada contra Musk y Tesla por la SEC en relación con los tuits enviados por el fundador del fabricante este año .En esos mensajes, Musk señaló que Tesla produciría este año 500.000 vehículos, una cifra muy superior a las estimaciones oficiales de la compañía.

Posteriormente, Musk rectificó pero la SEC decidió demandar al multimillonario porque sus tuits había violado un anterior acuerdo con el organismo regulador del mercado de valores estadounidense.